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Su Historia

Una imagen de la construcción de la actual fachada principal del Ciutat de València.

Desde finales de la década de los años cincuenta surgen testimonios circunscritos al entorno del Levante, con una claridad absoluta, a favor de la construcción de un nuevo estadio que sustituyera al vetusto Vallejo. Su ejecución no era sencilla porque había que aunar el fuerte impacto económico de una operación sideral con el desarrollo urbanístico de la ciudad de Valencia. Fue el punto de partida de una etapa repleta de incertidumbre y convulsión sobre la ejecución que provocó además un conflicto de intereses entre los principales mandatarios del Levante durante dicho periodo. La construcción del nuevo campo se eternizó. En febrero de 1962 Blas Escrig suscribió un contrato con José Navarro, que fue el sucesor en el cargo de la primera presidencia de Antonio Román, para el alzamiento de un nuevo estadio con capacidad para quince mil espectadores. Según el documento firmado el mencionado campo debía estar construido para diciembre de 1963 aunque finalmente no se cumplieron los plazos ampliándose los márgenes establecidos hasta el 31 de marzo de 1964. En junio de 1964 se modificó el contrato original. En 1967 el problema se agudizó. La definitiva construcción del Estadio coincidió con el retorno a la presidencia de Antonio Román, quien se aprestaba a desarrollar su segunda etapa al frente de la institución.

Fotografía de la construcción del voladizo de la Tribuna del Estadio Antonio Román.

El 31 de mayo de 1968 el jerarca, en la asamblea general extraordinaria de compromisarios del Levante, desarrollada en los locales de la Federación Valencia de Fútbol en la Avenida Barón de Cárcer, informaba puntualmente de la operación del esperado nuevo campo. Román advertía a los compromisarios que los terrenos de Vallejo se habían vendido y que se habían adquirido una superficie para la construcción del ansiado campo, gozne sobre el que giraría la recomposición de la maltrecha economía del club golpeada a más inri por el descenso deportivo a la Tercera División tras una estancia no muy alejada en Primera División. Enormes carteles anunciaban a toda la Valencia deportiva el emplazamiento del espacio escogido para dar el relevo al viejo y leal Vallejo. El presidente anunció que el alzamiento de esta aspiración correría a cargo del prestigioso arquitecto Juan José Estellés.

Vista aérea del Estadio sin construcciones alrededor.

El Levante se hizo, con la connivencia del presidente de la Diputación de Valencia, con una amplia parcela situada en el barrio de Orriols enclavados dentro del término municipal de Valencia. El nuevo campo estaba concebido siguiendo los parámetros de las instalaciones más modernas y funcionales dedicadas a la disciplina del fútbol. Desde una perspectiva constructiva, presentaba tres anillos ovalados con capacidad para albergar a treinta mil personas. No obstante, el proyecto original preveía la posibilidad de una ampliación que permitiera alcanzar una cifra cercana a los cincuenta mil aficionados. El recinto, que contaría con iluminación artificial para posibilitar la disputa de enfrentamientos en horario nocturno, dispondría de una tribuna totalmente cubierta mientras que el resto de la instalación quedaría a cielo abierto. El diseño establecido contemplaba la construcción de todo tipo de servicios incluyendo cabinas para la prensa y televisión, una sala para los medios de comunicación, para las entrevistas previas y post-partido, así como una sede social que permitiría instalar las oficinas del club en las mismas entrañas del complejo. El escenario proponía un campo de juego de ciento siete metros de largo por setenta de ancho extendiéndose sobre una superficie de 40.000 metros cuadrados.

El Levante y el Valencia inauguraron el feudo granota en septiembre de 1969.

El Estadio Ciudad de Valencia fue inaugurado en la jornada del 9 de septiembre de 1969, en una fecha simbólica que entroncaba con el nacimiento de la institución, con el nombre de Estadio Antonio Román. El acto concitó la atención de todos los segmentos políticos de la Valencia del tardo-franquismo. No obstante, los festejos comenzaron con anterioridad. El jueves 4 de septiembre se celebró una cena de hermandad presidida por las principales autoridades deportivas de la ciudad y los miembros de la junta directiva -del Levante. Juan Antonio Samaranch, Delegado Nacional de Deportes, anunció que modificaría su agenda para estar presente en la puesta de largo de la instalación en la tarde-noche del martes 9 de septiembre. El viernes 5 de septiembre en la capilla de la Basílica de la Patrona de Valencia se efectuó la bendición de la nueva bandera del Levante.

Juan Antonio Samaranch en la inauguración del Estadio.

Juan Antonio Samaranch fue el encargado de pulsar el botón que iluminó de facto las torres del nuevo coliseo granota mientras sobre el césped estaban dispuestas las distintas secciones de la institución con sus respectivas banderas. Antonio Román impuso a Samaranch la medalla de oro de la sociedad levantinista. Matías Prats ejerció de cicerone del evento mientras que Elisa Bau Carpi realizó el saque de honor convertida en la primera madrina del club. Tras el protocolo aparecieron sobre el terreno de juego los jugadores del Valencia y Levante. Se mantenía incólume una tradición que unía a ambos clubes desde la noche de los tiempos. El Valencia fue el team invitado en la inauguración del Campo de La Cruz en septiembre de 1922 y el Levante correspondió en el estreno de Mestalla en 1923. Mut, Martín, Campos, Blasco, Suárez, Ruiz, García Soriano, José, Navarro, Genaro y Fuertes conformaron la primera alineación azulgrana sobre el tapiz verde del nuevo edificio. Adelardo, Sol, Aníbal, Antón, Roberto, Vilar, Fuertes, Guillot, Valdo y Poli opusieron resistencia. El triunfo fue para la escuadra de Mestalla, aunque fue Genaro el protagonista del partido al conseguir perforar la meta de Adelardo, si bien el colegiado de la contienda denegó la validez del que hubiera sido el primer gol del Estadio Antonio Román.

Panorámica de El Estadio Ciutat de València en un derbi.

La instalación ha contado con diversas denominaciones desde su nacimiento. El Levante estrenó el feudo del Estadio Antonio Román como inquilino de la Tercera División en la temporada 1969-1970, durante la década de los años setenta y ochenta respondía por Nou Estadi y desde finales de los años noventa se rebautizó como Ciutat de València en un intento por vincular al Levante a su entorno más cercano, una medida que ya trató de poner en práctica Manuel Grau Torralba. Sobre el césped del coliseo granota se han disputado partidos adscritos a todas las categorías del fútbol profesional. En la temporada 2004-2005 estrenó la condición de primer divisionista con la disputa de un partido que enfrentó al Levante y al Racing de Santader (3-1). El 3 de septiembre de 2004 albergó un encuentro amistoso entre la Selección Española absoluta y Escocia inconcluso por las fuertes lluvias caídas sobre Valencia. Fue el último partido de preparación del combinado que dirigía Luis Aragonés antes de iniciar la clasificación para el Mundial de Alemania. La Selección volvería a Orriols diez años después en un encuentro de calificación para el Campeonato de Europa de 2016. Esa jornada España aplastó a Macedonia (5-1). Antes, en septiembre de 2012, un duelo ante el Helsingborg supuso el comienzo de una ilusionante proyección por la Vieja Europa a través de la Liga Europea.