Los banderines del Gimnástico y del Levante F.C.

El final de la Guerra Civil alteró de raíz los estatus del Levante F.C. y del Gimnástico F.C. En agosto de 1939, los diarios valencianos advertían de la fusión de estos dos históricos clubes. Nacía el UDLG (Unión Deportiva Levante-Gimnástico).

Noticia del Diario de Las Provincias de 1940.

La finalización de la Guerra Civil propició una variación sustantiva en los roles del Levante y del Gimnástico. Sus imaginarios se fusionaron gestando un nuevo orden y un nuevo equipo que disputaría sus compromisos en el Estadio de Vallejo. Los hechos se precipitaron durante el verano de 1939. Las Provincias advirtió de esta entente en los días primeros de agosto. Fue una noticia que convulsionó al fútbol valenciano por su relevancia. Los dos clubes, que hundían sus raíces en la noche de los tiempos, convinieron unificar sus destinos con el fin de perdurar en un contexto de reconstrucción. Rafael Valls e Isaías Aspas, en representación de cada entidad, rubricaron este acuerdo que alteró las señas de identidad de cada una de las instituciones.

Equipo del U.D.L.G. en la temporada 1939-1940.

La Federación Valenciana fue partícipe de esta vinculación entre dos equipos de imaginarios alejados. El UDLG alteraría el uniforme característico de cada club para competir con los colores blancos y rojos. Cuestiones económicas, políticas y deportivas fundamentaron esta unión que resultó compleja de amalgamar para la totalidad de sus estamentos. El UDLG compitió en Segunda División, aunque presentó su candidatura para instalarse en el universo de la élite en virtud del historial de los clubes durante el restablecimiento de las competiciones deportivas disputadas en el territorio español en el período estival de 1939. No obstante, esta petición no prosperó.

Ficha del Partido contra el Murcia de marzo de 1940.

El UDLG quedó incluido en el Grupo III de la Segunda División. Su dominio en el curso 1939-1940 fue incuestionable tras coronar la cima de la clasificación de forma regular durante el desarrollo del campeonato. Adornado con la condición de campeón, soñó con el ascenso a Primera División. Una temporada después, se convirtió en uno de los grandes animadores de la Liga en Segunda División, si bien no disputó una promoción de ascenso que rozó. El grupo se proyectó en la Copa del Generalísimo para caer en los cuartos de final ante el Espanyol, aunque la eliminatoria se resolvió con la disputa de un tercer partido tras las igualadas saldadas en el feudo de Sarrià y en Vallejo.