Sucedió a Abel Resino y permaneció veinticinco jornadas al frente del banquillo del Levante en un curso de sentido tortuoso. No finalizó la campaña deportiva. Rescindió su contrato en la jornada trigesimosegunda, tras una victoria ante el Betis (0-1), para regresar a Italia tras el compromiso alcanzado con el Torino.