Fue el inicio de una nueva era. Luis García recaló en el club en el traumático verano de 2008 para fijar las cimbras de un proyecto que trasladó al Levante desde la categoría de Plata hasta la Primera División en el ejercicio del centenario (2009-2010). Construyó un equipo de autor muy reconocido. Fue una continuada sucesión de emociones en tres cursos sobresalientes.