Sustituyó a Dauder con la temporada 1977-1978 en pleno recorrido con el Levante en la recién inaugurada Segunda B. Repitió en el banquillo azulgrana el curso siguiente en la división de Bronce. Aceptó el reto del ascenso. El ejercicio 1978-1979 significó el regreso a la categoría de Plata. Fue su último acto de servicio.