A finales de octubre de 2015 el Consejo de Administración apostó por Rubi (Joan Francesc Ferrer Sicilia) como recambio de Lucas Alcaraz al frente del banquillo azulgrana. Era su estreno en la elite. Pese a la atractiva propuesta táctica que el preparador catalán defendía, el Levante no consiguió conquistar la permanencia en el universo de la Primera División.