El quince junio del 2012 no fue un día cualquiera en la historia centenaria de la entidad granota. El verano pegajoso característico de Valencia se intuía y Gianni Infatino, en calidad de Secretario General, acogía al Levante en el seno de la UEFA. El mail del principal órgano mundial del fútbol estaba dirigido al presidente de la sociedad azulgrana y al secretario General. Javier Vich fue el receptor de esta comunicación que confirmaba el nuevo rol adquirido por el Levante U.D. tras su admisión como equipo vinculado a la Europa League del ejercicio 2012-2013.
El documento certifica un hecho legendario. Un mes antes, sobre la superficie del terreno de juego, la escuadra que dirigía Juan Ignacio Martínez consumó su clasificación para la competición europea tras abrazar el sexto puesto en la clasificación general en el marco de la Primera División. Aquella tarde-noche en Orriols la victoria ante el Athletic Club dimensionó la sociedad levantinista.
El ejercicio liguero fue espectacular con el blasón azulgrana flameando desde la cúspide de la tabla entre las jornadas novena y décima. No obstante, pese a la condición europea adquirida, y reconocida por la UEFA, el Levante tenía que afrontar una ronda de calificación para ratificar su estatus final. El paso por la Vieja Europa contaba con una parada previa en Escocia. En tierras escocesas el Levante dirimió el partido de ida de una eliminatoria a doble confrontación ante el Motherwell. Los días finales de agosto consumaron el éxito.