Lloraba el cielo de Moscú a modo de metáfora cuando Ballesteros recogió un balón que salió perdido desde la retaguardia de Rubin Kazan. El capitán no dudó en exceso en la resolución que decidió adoptar. El central apeló al factor sorpresa para lanzar un obús que estuvo cerca de sorprender al arquero local. El balón chocó contra las manos del cancerbero y se perdió por encima del larguero de la portería del equipo ruso. Era el ocaso del Levante en su notable aventura por la Liga Europea. Inmediatamente el gol de Dyadyun sonó a réquiem.

Con anterioridad, Rondón logró colarse en el corazón del área de Keylor Navas para deshacer el nudo gordiano de un partido encriptado entre dos escuadras que sobreprotegieron sus dominios. El atacante venezolano se asoció con Natxo para romper un duelo que ya había consumado los noventa minutos reglamentarios para adentrarse por el tiempo extra que marca el desarrollo la prórroga. El Levante cayó exhausto.

Los jugadores azulgranas marcharon del Estadio Luznhiki con una sensación dolorosa puesto que las distancias entre los dos contendientes fueron exiguas en el cómputo global de los dos enfrentamientos. Rubin Kazan nunca ejerció una superioridad avasallante. Ese aspecto, confiere mayor tristeza y desazón a la derrota sufrida. En perspectiva, quizás permanezca en el recuerdo, y no de forma fugaz, los hechos acaecidos en el Ciutat de València apenas una semana antes.

Rubin afrontó el exilio europeo en Moscú. El mítico Luzhniki era un desierto con algo más de mil seguidores en sus gradas. No tuvo excesivos problemas el Levante para contener las ansias levantiscas de su adversario. El Levante tuvo su momento en los minutos finales del duelo, aunque le faltó decisión y contundencia en los metros finales. Rubén metió el miedo en el cuerpo de los escasos seguidores locales e Iborra contó con una de las opciones más claras tras rematar un saque de banda lanzado por Juanfran. El Levante perdió en el Estadio Luzhniki su segundo partido en el Viejo Continente tras fijar sus botas en doce encuentros, partiendo desde la última ronda preliminar en Motherwell.