José Aubary Puig ostentó el cargo de delegado de la Unión Deportiva Levante-Gimnástico en el arranque de la década de los años cuarenta. Vinculado al universo del Gimnástico, fue testigo de la fusión del Levante F.C. y el Gimnástico F.C. en agosto de 1939.
En el club naciente detentó un puesto relevante en el organigrama técnico. El delegado se convierte entre un nexo de unión entre los componentes de la plantilla y la cúpula directiva.
José Aubary custodió durante infinidad de años el brazalete que se ceñía en su brazo izquierdo en los compromisos disputados por el equipo surgido de la unión del Levante y Gimnástico. Fue una época difícil en el marco de un país en reconstrucción tras la Guerra Civil (1936-1939). Su celo impidió que se perdiera una reliquia que evoca un momento crucial en la historia del Levante U.D.
El brazalete recuerda un fútbol que se pierde en la memoria del tiempo. De elaboración artesanal, sobre un fondo con los colores de la bandera de España, aparece rotulado en blanco y negro, y realizado a mano, el cargo de delegado oficial del club U.D.L.G.