El Levante U.D. afrontaba la novena jornada de liga con grandes aspiraciones en la liga, más teniendo en cuenta la buena dinámica del equipo tras vencer al Alavés en el feudo blaugrana y profanar el Coliseum Alfonso Pérez.

Oier Olazábal había defendido la meta blaugrana como portero titular en todas las anteriores jornadas y, la buena posición del equipo, así como sus buenas actuaciones, le dieron la posibilidad de conseguir una nueva titularidad en el enfrentamiento en la sede del equipo blanco.

El objetivo primordial era claro: aunque conseguirlo fuera difícil, continuar sumando con el propósito de abordar rápidamente los hitos marcados a principio de temporada y, porqué no, tratar de rememorar y revivir las noches europeas en el Ciutat de València.

Los goles tempraneros de Morales y Roger allanaron el camino para conseguir una ilusionante segunda victoria en el Santiago Bernabeu, para la cual la afición granota había tenido que esperar durante más de 10 años, como lo fue aquella conseguida por el club en el curso 2006-07 tras un penalti anotado por el artillero Salva Ballesta.

Aunque las condiciones parecían favorables, el Levante supo sufrir en el Santiago Bernabeu durante gran parte del primer tiempo y la plenitud del segundo. Oier fue testigo presencial y directos de los envites emitidos por los miembros del conjunto blanco, pero supo guardar a la perfección un resultado que situó al Levante en la octava plaza en la tabla liguera.