«El holandés errante». Así es como se hace referencia a Servaas «Faas» Wilkes en el nº31 de la colección de Ídolos del Deporte, número dedicado en especial al astro neerlandés.

Faas Wilkes llegó a la filas levantinistas en verano del año 1958, en una época marcada por la catástrofe de la riada acaecida el 14 de octubre de la temporada anterior. Sin duda alguna, Wilkes podía incentivar que la masa social levantinista acudiera de forma masiva al Campo de Vallejo. Aunque su paso fue breve, ya que solo estuvo alistado en las filas levantinistas durante una temporada, su huella quedó marcada en los aficionados granotas por su calidad, así como en la sociedad valenciana por lo mediático de su fichaje.

En efecto, este semanal que recoge a las principales figuras deportivas de la península, se hace eco de ello y de las trascendencia histórica que supone la contratación de Wilkes, situando en su portada principal una fotografía del mismo con el uniforme granota. En esta publicación no solo se hace eco de su carrera deportiva, sino que de forma breve y concisa el lector es situado acerca de las vicisitudes que han marcado sus éxitos deportivos.