Hubo un primer momento en el que todo estaba por descubrir. Arrancaba el tercer milenio. El trabajo inicial fue acotar el espacio cronológico en el que se desarrolló la competición. La Copa España Libre se disputó durante la Guerra Civil, pero en las pesquisas iniciales no estaban consignadas ni las fechas, ni el calendario, ni tampoco los equipos participantes o la secuencia de los partidos programados. Había que recuperar la narración que un día fijó para reivindicarla. La contienda bélica comenzó en julio de 1936 para concluir el 1 de abril de 1939. Era una obviedad que nos movíamos durante ese intervalo, pero había que estrechar todavía más los márgenes para contextualizar sus movimientos con rigor y con firmeza. El relato estaba aún por codificar. Parecía un reto apasionante.

La hemeroteca adquirió relevancia en esa fase inaugural. Los periódicos El Pueblo y Levante El Mercantil Valenciano mantuvieron sus cabeceras durante las jornadas infernales de la Guerra Civil. Sus páginas escondían un gran tesoro por la información ofrecida desde un prisma multidisciplinar. Había mucho espacio para el deporte. La efervescencia de la disciplina del balompié se convertía en una evidencia desterrando aquel mito ampliamente difundido que acentuaba la ausencia forzosa de manifestaciones futbolísticas durante la guerra. Los Campeonatos Súper-Regionales, en los meses finales de 1936, sirvieron de prólogo a la disputa de la Liga del Mediterráneo que cruzó a los clubes de Valencia y Cataluña a doble confrontación entre enero y abril de 1937. La Copa España Libre cerraba el ejercicio balompédico. El relato futbolístico era idéntico al gestado en los años inmediatos a la eclosión de la Guerra. Tres competiciones trufaron un calendario acotado en el espacio comprendido entre los meses de octubre de 1936 a junio de 1937. La idea por redundante es trascendente para entender el significado de la competición. Todo estaba puntualmente reflejado en la prensa valenciana.

La primavera de 1937 fue pródiga en informaciones referidas a la Copa España Libre. Y la información aumentaría de manera exponencial con las noticias procedentes de El Mundo Deportivo. Es una máxima de la historia; no conviene apostar por dogmas inexorables. Todo puede reescribirse. La historia es una disciplina que está viva. Tampoco conviene enterrarla. La historia puede transformarse. La digitalización de este medio catalán fue determinante en aras incrementar el caudal informativo que procedía de la Copa de España Libre. El orden estaba determinado. Los fragmentos de una historia que parecía irresoluble empezaban a incrustarse para configurar un relato.

Huelga significar que el formato fue original. Valencia, Levante, Girona y Espanyol competirían a doble vuelta entre junio y julio de 1937. Las dos entidades que lideraran la clasificación afrontarían la Gran Final en territorio neutral.  El Levante y el Valencia compitieron por la gloria en la Final de Sarrià el domingo 18 de julio de 1937. El Levante, que luchó con jugadores del Gimnástico, confirmó su supremacía con un gol de Nieto. La Copa de La España Libre era propiedad del Levante F.C. y como tal reposaba en la vitrina de la sala de Trofeos de la institución en el Estadio Ciutat de València. Desempolvarla y mostrarla al levantinismo y al público en general fue la segunda acción. La Copa España Libre dejaba de ser una quimera para convertirse en una ilusión.

Comenzaba un tortuoso proceso de reconocimiento todavía inacabado. Hacia finales de 2004 Izquierda Unida se interesó por el asunto. Izquierda Unida instó al Gobierno al reconocimiento del título presentando una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados. En septiembre de 2007 la Comisión de Educación y Deporte del Congreso de los Diputados aprobó por unanimidad una proposición no de ley que instaba a la Real Federación Española a reconocer el título de la Copa España Libre conquistado por el Levante F.C. Todos los grupos parlamentarios aprobaron la iniciativa que había presentado IU-ICV. El Congreso de los Diputados reconocía de facto el título alcanzado por el Levante en julio de 1937. Sin embargo, En la asamblea anual de la RFEF que se celebró el 10 de julio de 2009 la Federación Española acordó rechazar la oficialidad de la Copa España Libre. Esa contrariedad no redujo a cenizas la propulsión de la Copa España Libre.

El trofeo siguió centelleando para integrarse en el relato que conforma la historia del club granota. La Copa España Libre caló en el corazón de los seguidores levantinistas. Poco a poco aquella gesta fue formando parte de la memoria del levantinismo militante. La aventura de los bravos equipiers que lograron la hazaña fue tomando apariencia y aspecto. Las imágenes antes fantaseadas se pueden sentir. ‘La Copa es nostra’. El grito se escucha cada vez con más fuerza. La manifestación es evidente del sentido que presenta. La raíz democrática del reconocimiento del trofeo para difícil de cuestionar. El centenario de la sociedad del barrio de Orriols en 2009 sirvió de plataforma para reivindicar su linaje y su casta. Las publicaciones con la historia del Levante como eje temático se multiplicaron en ese espacio de tiempo. La Copa España Libre encontró reverberación para propagar su contenido. El mensaje caló.

En mayo de 2013 una delegación del Consejo de Administración del Levante, acompañado por Vicente Muñoz, presidente de la Federación Valenciana de Fútbol, se trasladó hasta la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para hacer entrega a Ángel María Villar, en calidad de presidente de la RFEF, de una réplica de la Copa España Libre que desde esa fecha luce en el Museo del Fútbol. En el verano de 2019 el Levante apostó por la recuperación de las barras en blanco y azul como segunda equipación para el ejercicio 2019-2020 activando el recuerdo de la Copa España Libre. El Levante honraba la memoria de uno de los episodios más legendarios rubricados por la institución centenaria.

El 110 aniversario de la fundación del Levante U.D. sirvió de marco para legitimar una vez más las aspiraciones granotas en el proceso de reconocimiento de la Copa España Libre. Tras un exhaustivo trabajo por parte del área de Patrimonio Histórico y del gabinete jurídico del club, el Levante UD a través de la FFCV presentó en noviembre de 2019 toda la documentación que justifica esta petición con una batería de nuevos argumentos. Salvador Gomar, presidente de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana, entregó la solicitud para el reconocimiento oficial del título de la Copa España Libre, conocida popularmente por el levantinismo con el apelativo de Copa de la República, ganado por la escuadra granota en 1937.