Cuando el Levante U.D. hizo pública (en el mes de julio de 2021) la vuelta a casa de Sergio Martínez Ballesteros (Burjassot, 4 de septiembre de 1975) la alegría de todo el levantinismo fue mayúscula. Porque, efectivamente, volvía a su casa uno de los mejores y más queridos futbolistas de la historia granota. Y aunque en su extensa carrera como profesional que abarcó diecinueve temporadas (desde 1994 a 2013), solo en seis y media vistió la camiseta azulgrana, es (y siempre será) un emblema del club de Orriols.

Jugando en el Burjassot, el equipo de su pueblo, Sergio se enteró de unas pruebas que estaban haciendo para los juveniles del Levante. Fue y le cogieron. Tenía 18 años y, de esta manera, entró a formar parte (para siempre) de la familia granota. No pasaría mucho tiempo hasta que el entrenador Juande Ramos decidió subirlo al primer equipo. El 18 de septiembre de 1994 el Levante disputó en Ontinyent el partido correspondiente a la tercera jornada del Grupo III de la Segunda División B. En aquel encuentro, en el que las huestes granotes se impusieron al equipo local por 0 a 1, otro hecho quedó marcado para siempre en la historia del levantinismo. Corría el minuto 79 y un chaval con 19 años y 14 días debutó como granota para sustituir a su compañero Masnou. Se le conocía simplemente como Sergio (el uso de su apellido para denominarle llegaría tiempo después) y todo el mundo se dio cuenta enseguida de que ahí había un futbolista que iba a marcar época. Su primera titularidad llegaría en la undécima jornada, al formar parte del once inicial que se impuso al Andorra por 1 a 2. Estaba claro que ya nadie le iba a mover de ahí. Acababa de nacer un icono del levantinismo.

El debut como titular de Sergio Ballesteros con el Levante fue en este partido de Segunda B celebrado en el Principado de Andorra. Era el 13 de noviembre de 1994, el encuentro se ganó 1 a 2 y el once de aquel día (de izquierda a derecha y de arriba abajo) fue el siguiente: Torres, Fabado, Albelda, Herrero, Ballesteros, Rodri (portero), Gallego, Uriz, Eloy, Salva Terra y Masnou. Los goles de la victoria fueron de Gallego y Engonga (que salió tras el descanso)

Además, como los grandes jugadores, fue a debutar en una etapa inolvidable de su equipo del alma. Porque estos dos partidos a los que nos referimos formaron parte de la histórica serie de trece victorias seguidas que se logró al inicio de esa temporada. Una racha espectacular que convirtió al club de Orriols en el centro de atención del fútbol hispano. Desgraciadamente el registro se truncó en la jornada 14, tras empatar a dos como local en un abarrotado Nou Estadi contra el Girona. Eso impidió al Levante quedar en solitario (en la historia del fútbol español) con el récord de triunfos consecutivos. En el lado negativo de aquel curso y, pese a que el Levante acabó siendo el campeón de su grupo, la promoción para subir a Segunda División deparó una de las mayores decepciones deportivas de siempre. El desafortunado ecijazo (el Levante sucumbió 2 a 4 en su estadio contra el Écija, pese a adelantarse 2 a 0 antes del descanso, ambos goles marcados por el actual entrenador granota Paco López) impidió a los azulgranas ascender a la categoría de plata del fútbol español.

Once levantinista de la temporada 1994/95 que el 12 de marzo de 1995 se impuso a la U.D.A. Gramenet por 0 a 1. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Ballesteros, Albelda, Carrero, Herrero, Uriz, Rodri (portero), Gallego, Llorens, Masnou, Torres y Arquero

Y esa traumática experiencia deportiva (pese a que Ballesteros no jugó aquel partido contra el Écija) curtió a Sergio desde muy joven en ese Levante forjado en el yunque de la adversidad, expresión acuñada por el gran periodista Paco Gandía en los tiempos duros del cemento y de los caminos de huerta. Porque si este valenciano de Burjassot forma parte de la esencia misma del levantinismo es (por encima de su excepcional calidad como futbolista) porque conoce mejor que nadie la idiosincrasia granota. A todos los niveles. En el deportivo porque es uno de los poquísimos futbolistas de la entidad (junto a Antonio Calpe, Ettien o Juanfran) que tiene a gala haber jugado en las tres categorías nacionales del fútbol español con el Levante. Y en el humano porque forma parte, sin discusión, del reducidísimo olimpo de los jugadores más idolatrados por la afición de Orriols… ¿Qué granota no conoce la historia del vespino de Ballesteros? ¿O la carrera que le ganó al sprint, con 36 años, a la estrella madridista Cristiano Ronaldo? ¿O su gesto de rabia en Mestalla, al sellar la permanencia en Primera en la penúltima jornada, tras empatar en un derbi épico que el Levante jugó con diez futbolistas desde el minuto 20 del partido?

La primera vez que Ballesteros jugó contra el Valencia C.F. fue el 10 de octubre de 1995. Tenía 20 años recién cumplidos y lo hizo ganando 1 a 3 en Mestalla para adjudicarse la “VII Edición del Trofeo Ciudad de Valencia” organizado por el Ayuntamiento. En la foto de arriba en un lance del partido y en la de abajo celebrando el título con compañeros y técnicos. Sergio es el primero por la derecha. Aquella temporada 1995/96 el míster granota en Segunda División B fue Carlos Simón (con chaqueta blanca en el centro). El primero por la izquierda (de pie con polo azul) era un joven José Antonio Gómez, actual Delegado de la plantilla del Levante U.D.

El técnico germano Jupp Heynckes (campeón del mundo como jugador con Alemania en 1974 y campeón de la Copa de Europa como entrenador en 1998 con el Real Madrid y en 2013 con el Bayern de Munich) fue el gran descubridor de Sergio Ballesteros. Cuando el alemán entrenaba al Tenerife (en Primera División) el equipo canario se cruzó con el Levante (entonces en Segunda B) en la tercera ronda de la eliminatoria de Copa de la temporada 1995/96. En el partido de ida David pudo contra Goliat y el equipo insular cayó derrotado en Valencia por 1 a 0. Heynckes no se preocupó por el tropiezo deportivo (en la vuelta golearían a los granotes por 6 a 1). Lo que de verdad le dejó impresionado fue el nivel futbolístico que tenía aquel chaval del Levante de apenas veinte años, del que solo se sabía que se llamaba Sergio y a quien ordenó fichar inmediatamente para su equipo.

El 29 de noviembre de 1995 se disputó en el Nou Estadi el partido de ida de una eliminatoria de Copa que iba a ser decisiva en la carrera de Sergio Ballesteros. Aquel día un Segunda B (el Levante) se impuso a un Primera (el Tenerife) por 1 a 0. En la foto el defensa granota Feliciano en dura pugna con el delantero visitante Juanele

Y dicho y hecho. Los acontecimientos se precipitaron y Sergio jugó su último partido (en su primera época como levantinista) en el partido de vuelta de aquella eliminatoria de Copa. Ballesteros, nombre por el que a partir de ahora se le conocería siempre (su representante decidió sepultar mediáticamente el uso de Sergio), pasó a formar parte del mejor Tenerife de la historia, una escuadra integrada por futbolistas de la calidad de Juanele, Pizzi, Pinilla o Ramis. Comenzaba así un largo paréntesis futbolístico granota (el de Burjassot no volvería al club de Orriols hasta la temporada 2008/09) que le iba a llevar a jugar en la Primera División del fútbol español (salvo su último curso en el Tenerife) durante once campañas y media (tres y media en el Tenerife, una en el Rayo Vallecano, tres y media en el Villarreal y tres y media en el Mallorca). Por cierto, Sergio Ballesteros siempre mostró públicamente su agradecimiento a Jupp Heynckes. Por esa apuesta que hizo y porque, humanamente, siempre le trató de manera especial (al acabar los entrenamientos, por ejemplo, hacía horas extras con él para mejorar su rendimiento). Es, junto a Juande Ramos (con quien coincidió en su primera etapa granota y en el Rayo Vallecano), la dupla de entrenadores que, según sus propias palabras, más le marcó en su carrera.

Las “otras” camisetas de Sergio Ballesteros. De 1995 a 2000 lució la del Tenerife, de 2000 a 2001 la del Rayo Vallecano, de 2001 a 2004 la del Villarreal y de 2004 a 2008 la del Mallorca. En los cuatro equipos por los que pasó dejó huella y en todos, salvo con el Mallorca, jugó competiciones europeas. Disputó, además, dos semifinales de la Copa de la UEFA: En 1997 en el Tenerife contra el Schalke 04 alemán y en 2004 en el Villarreal contra el Valencia. Y un apunte más: Estando en el Tenerife recibió una oferta del Southampton para jugar en la Premier League inglesa pero el equipo canario no quiso venderle

Poca gente sabe que Sergio tiene en su currículum el Campeonato de Europa Sub-21 que España logró en Rumania en 1998. A las órdenes del técnico Iñaki Sáez, Ballesteros fue titular indiscutible en una selección integrada por futbolistas como Michel Salgado, Valerón, Guti o Angulo. Aunque, desgraciadamente, la mala suerte se cebó con él al final del torneo. En semifinales sufrió la que, a la postre, sería la lesión más grave de su carrera: Una rotura de cadera que le tuvo en el dique seco durante siete meses. Eso le impidió disputar aquella final que España ganó a Grecia por 1 a 0 y, probablemente también, llegar a debutar con la selección absoluta

Pero la mejor etapa granota de Ballesteros estaba por llegar. Una etapa que le iba a convertir, sin discusión, en uno de los mejores futbolistas levantinistas de todos los tiempos. En su última temporada con el Mallorca su relación con el entrenador Manzano no fue nada agradable (por un tema personal) y aquello le impidió jugar más. A punto de cumplir los 33 años le surgió la opción de regresar a su querido Levante y no lo dudó ni un instante. Y eso que el club de Orriols, en Segunda División y en pleno concurso de acreedores, atravesaba una situación realmente complicada. Pero aquellas dos campañas en la división de plata (bajo la batuta de Luis García Plaza) fueron extraordinarias. Se hizo un grupo espectacular el primer año que terminó, pese a las circunstancias, en una increíble octava posición. Y el segundo se remató con un fantástico ascenso a Primera (en el año del centenario y contra todo pronóstico) en junio de 2010, capitaneado por un excelso Ballesteros que lideró aquel equipo maravilloso.

Nacía así el mítico apelativo de eterno capitán que la afición hizo suyo enseguida para que nadie tuviera ninguna duda de que Sergio había vuelto para llevar el timón de la nave granota. Ballesteros era el Levante y el Levante era Ballesteros. No podía haber un mejor representante del sentimiento azulgrana en los terrenos de juego. El levantinismo lo veneraba y él respondió dejándolo todo por el escudo. Además, siempre se hizo valer ante los equipos más poderosos como un representante orgulloso del fútbol más modesto. Sus palabras así lo atestiguan: Al rival hay que respetarlo siempre. Pelear por lo tuyo sin faltar al respeto a nadie. Y pese a que la prensa nacional trató de tildarlo siempre como un jugador marrullero y conflictivo, aquello no caló nunca en la afición granota ni, por supuesto, en él: Admito, pero no comparto, que se diga que soy duro, pero nunca violento. Jamás he intentado lesionar o hacerle daño a un rival premeditadamente… Defiendo al equipo y a los compañeros. Soy el capitán.

Esta lona gigante de ETERNO CAPITÁN se desplegó numerosas veces en el Ciutat de València para mostrar el infinito cariño que la afición le tuvo siempre a Sergio Ballesteros. En concreto, esta foto recoge un momento del partido en el que el Levante se impuso por 3 a 0 al Málaga (con goles de Barkero, Juanlu y Koné) el 16 de octubre de 2011. El autor de este magnífico diseño es SYME, seudónimo del historiador granota Daniel Reverter

Foto icónica de Sergio Ballesteros haciéndose valer en el Ciutat de València ante la estrella madridista Cristiano Ronaldo. El de Burjassot acudió como un rayo tras una durísima entrada que el portugués le había hecho a su compañero Asier Del Horno… “En mi casa no” parece advertirle. Aquel día (25 de septiembre de 2010) Levante y Real Madrid empataron a cero

Sergio tuvo bastantes apodos a lo largo de su trayectoria granota. Todos mostraron siempre, a partes iguales, admiración y cariño. Estos tres fueron, probablemente, los que más calaron en la afición: 1- USS Ballesteros hace referencia al acrónimo que en la Armada estadounidense se antepone al nombre de todos sus buques… ¿Qué impone más, el portaviones USS Nimitz o el USS Ballesteros…? Para un levantinista la duda ofende, claro. 2- D18S eleva a categoría divina el éxtasis que todo granota siente por Sergio. Y se juega con el dorsal que siempre llevó el de Burjassot (durante sus cinco últimas temporadas en Orriols) para hacer ese guiño perfecto entre números y letras. 3- Y Papá Ballesteros es su mote por antonomasia… ¿Qué levantinista no hubiera querido tener como progenitor (o bueno, como segundo padre, que todos queremos más que a nadie al que tenemos) a alguien como Sergio…? Aunque hay que indicar que Ballesteros ya es, de verdad, un auténtico padrazo de una fantástica familia numerosa de cuatro hijos (tres chicas y un varón) que ha construido junto a María José Villena, el amor de su vida. Por cierto, un dato más que habla de la absoluta vinculación del mítico central con su Levante del alma: Su hijo Daniel, el benjamín de la familia, fue bautizado en la capilla ubicada en el Ciutat de València… ¿Alguien da más?

Cuando le preguntan a Ballesteros a quien destacaría de todos los compañeros que ha tenido en el Levante U.D. hay uno por el que siente especial devoción, alguien que llevó una trayectoria granota paralela a la suya y con quien luchó codo con codo en Primera, Segunda y Segunda División B… Juanfran y Ballesteros son uña y carne desde hace mucho tiempo, desde hace tantos años como los que tiene esta maravillosa instantánea

En sus tres últimas temporadas con el Levante, las tres en Primera División, un hito principal marcó cada una de ellas y su protagonismo fue decisivo. En la campaña 2010/11, la que debía ser la de la consolidación del ascenso del año del centenario, las cosas no fueron fáciles y se llegó al tramo final de la competición rozando los puestos de descenso. El destino deparó una penúltima jornada de infarto con un derbi en Mestalla frente el Valencia. Si no se perdía se podía lograr la permanencia matemática. Y eso fue lo que pasó pese a que el partido empezó de la peor manera posible. A los veinte minutos el equipo se quedó con diez por la expulsión de Xisco Nadal y el empate final a cero fue producto de una batalla épica que lideró para la historia Sergio Ballesteros…. Y estas fueron sus palabras recordando aquella gesta: Fue uno de mis mejores días como futbolista.

Ballesteros y Messi en el partido que Levante y Barça disputaron en el Ciutat de València la temporada 2010/11

La temporada 2011/12 llevó al Levante a liderar en solitario, durante dos jornadas, la mejor Liga de fútbol del mundo y tras una campaña excepcional, con el récord goleador del delantero azulgrana Koné, el equipo granota consiguió la mejor clasificación de su historia, alcanzando el sexto puesto final. Eso le permitió, por primera vez, disputar en la temporada 2012/13 la competición europea de la Europa League, donde se llegó hasta la eliminatoria de los octavos de final y se cayó frente al Rubin Kazán ruso.

Ballesteros dejó el Levante como jugador con 37 años, al final de esa campaña. El 28 de junio de 2013, en una emotiva rueda de prensa celebrada en el Ciutat de València, rodeado de todos los suyos y de los principales dirigentes de la entidad granota (con el presidente Quico Catalán a la cabeza), la emoción embargó sus palabras en el momento del adiós: ¡Gracias a este club, a los que están ahora y a los que estuvieron antes…! ¡Yo soy del Levante, me siento del Levante y siempre lo voy a ser…! Y otra cosa: ¡Gracias a la afición! ¡La afición ha sido y es ejemplar, tenemos la mejor afición del mundo!

La emotiva rueda de prensa donde Ballesteros se despidió como futbolista granota. Arriba con sus padres José Martínez y Adela Ballesteros y abajo con el resto de sus familiares y destacados directivos granotes como el presidente de honor Paco Fenollosa y el presidente Quico Catalán, que agradeció a Sergio su trayectoria con estas emotivas palabras: “De corazón, Sergio, gracias por todo lo que nos has dado en los terrenos de juego, por defendernos de la forma que nos has defendido y por luchar hasta los extremos por defender a tu club”

Y ocho años después de aquella preciosa rueda de prensa, donde se despidió como jugador levantinista, Sergio Ballesteros ha vuelto en julio de 2021 a su casa, al equipo de fútbol que tanto ama para incorporarse al organigrama de la cantera granota. Su nuevo cargo será el de Figura de Identidad, un puesto creado a su medida cuya función consistirá en realizar un trabajo personalizado con jugadores proyecto, estar presente en el día a día de los equipos (dando soporte a los cuerpos técnicos) y trabajar con los clubes convenidos.

Sergio Ballesteros, en julio de 2021, posando con el remodelado Ciutat de València a sus espaldas, el día de su presentación como nuevo miembro destacado del organigrama de la cantera granota

Pero todavía le queda una última guinda al pastel. Durante esta temporada Ballesteros también va a formar parte del fantástico equipo de LUDLIVE radio que, desde el dial 99.9 de la FM de Valencia, va a retransmitir todos los partidos del primer equipo. Así que no olvides sintonizar la radio oficial del club de Orriols si quieres escuchar al que para muchos levantinistas es el mejor futbolista granota de todos los tiempos.

El equipo de retransmisiones de la radio oficial del Levante U.D. para los partidos del primer equipo (de la temporada 2021-2022) está integrado (de izquierda a derecha) por el Maestro Benavent, Javier Pérez Sala, Sergio Ballesteros, Javier de la Osa y Adrián García Cremades