Los hechos acontecieron en la jornada del 1 de junio de 1969. Aquel domingo había fútbol en el campo de la Malvarrosa, pero aquel domingo, en el interior del rectángulo de juego, no se batía el cobre un colectivo adscrito a la cantera de la sociedad granota como recalcaba la tradición. El escenario que servía de refugio a la representación del fútbol base de la institución levantinista concedió asilo político al primer equipo del Levante. El campo de la Malvarrosa acogió un enfrentamiento entre el Levante y Constancia. El duelo cerraba la competición liguera del ejercicio 1968-1969 en el universo de la Tercera División.
Las imágenes que recuperamos sancionan la estancia del Levante en el histórico campo de la Malvarrosa. Se trata de una donación personal de José Manuel Moyano. Histórico del levantinismo, Moyano representó al Levante en calidad de delegado en los años noventa. También ejerció como directivo. En la década de los ochenta estuvo vinculado al fútbol base del Levante en la Malvarrosa. En el presente forma parte de la Asociación de Ex jugadores del Levante y es integrante de la Comisión Ejecutiva del Patronato de la Fundación Cent Anys. Su experiencia en clave granota es dilatada.
Las fotos congelan los momentos previos al inicio de la confrontación ante la escuadra balear. Los jugadores levantinistas se están posicionando sobre el campo y se preparan para el inminente comienzo del combate futbolístico. En una de las imágenes aparece Sergio Manzanera con los brazos en jarra como si posara ante el reclamo insistente de los medios gráficos. La siguiente instantánea inmortaliza a Vicente Navarro (en cuclicllas), al mismo Sergio y Suárez (al fondo con el balón). No fueron jugadores menores en el esquema táctico del técnico Juan Navarro. La eclosión de Sergio coincidió con el desarrollo de la campaña 1968-1969.
Su proyección fue sideral. Fue un ejemplo de precocidad. Con apenas 19 años competía ante jugadores que ya habían descubierto los misterios del fútbol. Con el once en el reverso de la camiseta granota corría la banda a la velocidad de la luz para devastación de sus oponentes que tan solo podían constatar con la mirada cómo ganaba la línea de fondo. Sus piernas eran dos turbinas que se propulsaban levantando la cal de los márgenes del verde. Despidió el curso con veintiséis partidos que trufó con seis goles. No tardaría en permutar la camiseta azulgrana por la blanca del Valencia.
Vicente Navarro era un veterano de guerra que ya se había alistado en más de mil batallas. Cercano a la treintena, acreditó su solvencia como goleador con la suma en propiedad de quince dianas. Solo García Soriano, dieciséis, anotó más goles que el atacante nacido en Corbera. Suárez marcaba la métrica de aquel colectivo instalado en la medular. Suárez anotó el gol de la despedida del feudo de Vallejo en una triste victoria ante el Tenerife. Navarro estrenó el marcador del actual Ciutat en el choque liguero ante el Palma.
Los tres futbolistas participaron en el encuentro que inauguró el feudo de Orriols ante el Valencia el 9 de septiembre de 1969. La decisión que significó el traslado del bloque de Navarro hasta el entorno de los Poblados Marítimos para finiquitar el campeonato de la regularidad no fue arbitraria. El Levante afrontó los compromisos como local en aquella temporada en el feudo de Mestalla. Vallejo era ya una ensoñación del pasado y el actual Ciutat de València estaba adquiriendo el físico y los contornos que durante muchos años le caracterizarían.
El Levante emigró hasta Mestalla para contender como casero. El coliseo blanco albergó fútbol de Primera (Valencia), Segunda (Mestalla) y Tercera División (Levante). El Levante modificó su calendario por exigencias del guion en muchas jornadas. En la postrera jornada de la competición la coincidencia horaria con el Mestalla-Real Gijón propició que el Levante se desplazara hasta la Malvarrosa. Ambos partidos estaban pautados para las 17:00 horas del domingo 1 de junio. Era inexcusable buscar una solución de urgencia.
La escuadra granota regresó a un escenario que había visitado en la claridad de la competición, si bien se asentó en calidad de foráneo para litigar por los dos puntos ante el Atlético Levante en un duelo parricida difícil de imaginar en la actualidad. El filial y el primer equipo convergieron en el Grupo Quinto de Tercera División. Inaudito. Mut, Martín, Ruiz, Blasco, Suárez, Mario, Alía, Jenaro, Navarro, Burguete y Sergio conformaron el once inicial ante el Constancia. Hubo variaciones en la portería granota en la reanudación. Fernández suplió a Mut, lesionado tras sufrir un fuerte golpe en la mano. Navarro, Alía, Burguete y Sergio anotaron los goles de la escuadra blaugrana en una victoria que, por motivos más que obvios, nunca estuvo en entredicho. Aquel Levante, pese a coquetear con el retorno a Segunda División en distintos tramos del curso, perdió efervescencias en las últimas semanas para ocupar la tercera plaza por detrás del líder Castellón y Nàstic de Tarragona.