Jim Keer, líder de los Simple Minds, no lo pudo reprimir. En la noche del 24 de julio de 2022 desde el escenario de los Jardines de Viveros puso en marcha la máquina de los recuerdos al preguntar al público congregado (cinco mil fans que agotaron con celeridad las entradas) cuántos estuvieron presentes en la noche mágica del concierto que la banda escocesa realizó en el actual Ciutat de València. Varios centenares de manos se alzaron sobre la metálica y ecuatoriana noche valenciana como testigos de excepción de una sesión legendaria que traspasó las barreras que establece el tiempo para formar parte de la memoria colectiva de infinidad de valencianos.

Jim Keer regresaba al mes de agosto de 1986 en el marco del estadio del Levante UD.

Quizás en aquella jornada del 17 de agosto quedara sellada la idílica y eterna historia de amor entre Valencia y los Simple Minds. Los capítulos de esa romance, duradero y siempre correspondido, se han sucedido desde esa fecha que devuelve el calendario a mediados de los años ochenta, aunque quizás todo comenzase mucho antes. En el circuito de locales nocturnos de la ciudad la presencia de los escoceses era real. En los viejos tocadiscos sonaban con insistencia y con asiduidad, inclusive mucho antes de que partieran la pana con la publicación del single ‘Dont You (Forget About Me)’ incluido en el álbum ‘Once Upon a Time’.

Es evidente que esa canción estableció una frontera entre el pasado y el presente del grupo. Su proyección fue desenfrenada.

Los Simple Mind aterrizaron en el Ciutat de València en el período más álgido de su carrera. Conformaban el Olimpo de las bandas musicales del momento. Disfrutaban de la elite de la Primera División. Estaba muy cercana su aparición en el mítico macroconcierto Live Aid en 1985 y apenas unos años más tarde (1988) participarían en el histórico Concierto por la Liberación de Nelson Mandela. “El quinteto británico ofreció ayer, en el Estadio de La Unión Deportiva Levante, en Valencia su último concierto de una gira que ha durado catorce meses”. La cita corresponde a la publicación emitida en la sección de cultura de El País el 18 de agosto de 1986. Al margen de alterar la composición del nombre original del Levante Unión Deportiva, la pluma de Santiago Alcanda advertía que los escoceses se iban a tomar unas vacaciones que les alejaría de los escenarios durante un par de años. Había que resetear la mente y apelar a las musas para seguir componiendo. Así que la capital del Turia fue la última parada de la mastodóntica gira del mítico álbum ‘Once Upon a Time’.

Emilio Ruiz reveló hace escasas fechas para El Confidencial cómo comenzó a gestarse la contratación de los chicos de Glasgow. “A mitad de los ochenta, Napo Beltrán era el dueño de Pachá Auditorium, y yo me dedicaba a la contratación de los grupos. Durante las sesiones musicales de tarde, pinchábamos pop anglosajón ante 4.000 jóvenes. A finales de 1985, los Simple Minds tenían el single del momento y la novedad discográfica más vendida. Así que decidimos mover hilos”. El primer paso fue contactar con Jules Frutos, director de la agencia francesa Sos que llevaba a Simple Minds, The Cure o INXS. Como recalca El Confidencial, “Jules era hijo de un republicano español” y se manejaba correctamente en castellano.

Fue el inicio de un proceso largo. Los viajes a Francia se sucedieron coincidiendo con los conciertos de Simple Mind en territorio galo. Jules Frutos exigía una fecha única en España. Ese aspecto le confería singularidad al concierto del Ciutat de València. La capital del Turia focalizaría la atención. Los Simple Minds no actuarían en otro punto del territorio español. Los promotores de Pachá Auditorium se movieron con celeridad para cerrar la contratación. Había otras agencias interesadas, pero fueron más rápidos y pertinaces.

Restaba discernir el escenario. No era una cuestión menor ante la capacidad de seducción del grupo. Mestalla pudo acoger el concierto de la banda británica, pero finalmente el actual Ciutat de València fue el escenario elegido. El descenso a Segunda División del Valencia motivó que no se pudiera concretar una fecha. “Telefoneamos a Pedro Villarroel, del Levante UD. Nos dio todas las facilidades y al día siguiente firmamos el contrato de alquiler del campo de Orriols”, rememora Emilio Ruiz en El Confidencial. El fenómeno no era nuevo. El Ciutat de València acogió grandes eventos en los ochenta. Dire Straits en junio de 1983 o la gira del ‘Rock de una Noche de Verano’ de Miguel Ríos atestiguan que el campo del Levante destila la esencia de la música.

Toda la logística procedía de Francia. El escenario se ubicó sobre el Fondo de Orriols. Simple Minds congregó alrededor de 33.000 asistentes en el Ciutat. Sobre aquel concierto que, sin duda, marcó una época persiste una leyenda urbana. Los escoceses compartían cartel con The Waterboys, pero la banda de Mike Scott nunca pisó el territorio granota. La tradición cuenta que la formación se había disuelto en los días previos a la actuación, aunque la memoria de Mike Scott es refractaria a esa idea. Su testimonio señala que el mánager del grupo nunca llegó a confirmar esa fecha. Lo cierto es que hubo que improvisar en la búsqueda de un telonero. El cuarteto valenciano Comité Cisne apareció en escena de forma totalmente inesperada para abrir una velada legendaria. Siempre recuerdan que Jim Kerr se acercó a su camerino para invitarles a champán.