Es sin duda uno de los grandes fichajes del mercado veraniego de 2022 desde un prisma levantino. El hijo pródigo vuelve a casa, pero esta historia remonta al tiempo presente. Vicente Iborra atendió la llamada del Museo Virtual del Levante UD cuando esta galería de recuerdos en azulgrana todavía era un pensamiento que no se había acabado de materializar porque detrás de cada proyecto hay un período de gestación anterior a la ejecución final. El centrocampista había abandonado la disciplina de la primera plantilla granota para marchar en dirección a Sevilla, pero su sentimiento de pertenencia al club de Orriols seguía bien soldado. Entre la colección de camisetas que recopila se decantó por una elástica convertida en todo un símbolo del paso del Levante por la Vieja Europa. Es evidente que la camiseta con el número 10 donada por Vicente Iborra al Museo Virtual del Levante cuenta un relato que entronca con la historia de la sociedad levantinista. Aquella camiseta fue testigo del estreno blaugrana en la fase de grupos de la Liga Europea.
Iborra formó parte del once inicial establecido por Juan Ignacio Martínez para afrontar el debut europeo ante el Helsingborg. La mítica confrontación ante la escuadra sueca forma parte de la memoria de la entidad. El encuentro se desarrolló en la tarde del jueves 20 de septiembre de 2012 en el Ciutat de València. El feudo granota inauguró su expediente de partidos internacionales con la obtención de un histórico triunfo merced al gol de Juanfran (1-0). Después de la confrontación Iborra, todavía en las entrañas del vestuario, guardó la camiseta entre sus enseres personales para trasladarla a su casa. Formaba parte del catálogo de recuerdos derivados de su prolongada estancia en el Levante. No obstante, años después su deseo fue compartir esta legendaria prenda con el total de los estamentos afines al Levante.
La elástica presenta una particularidad que la hace irrepetible en el contexto de la Europa League. La singularidad estriba en la ubicación del número que identifica al jugador en la parte frontal de la camiseta. El diez de Iborra parece alojarse en el interior de un triángulo cuyos vértices estarían compuestos por el escudo representativo de la institución, la marca que vestía al Levante y el patrocinio de aquella legendaria temporada. Fue un caso único y excepcional.
En el resto de comparecencias del colectivo de Juan Ignacio en el universo de La Liga Europea el dorsal que caracterizaba a cada futbolista ya no aparecía registrado en la zona delantera de la camiseta. En el PlayOff de acceso a la competición ante el Motherwell los números eran visibles en la cara exterior de la camiseta, si bien no había rastro de los símbolos de UEFA. Es la otra excepcionalidad que confiera un toque de distinción. En la manga derecha aparece el logo característico de la Liga Europea. En la manga izquierda convive el logo UEFA con la iniciativa de la campaña Respect, promovida por el organismo del fútbol mundial.
Iborra fue uno de los actores estelares de la aventura europea del Levante. Su estela fue continuada en el ciclo de confrontaciones disputadas. El Levante alcanzó la postrera jornada de la fase de grupos con la clasificación para la eliminatoria de los dieciseisavos de final ya garantizada. Unas semanas antes la sobresaliente victoria en tierras suecas ante el Helsingborg dimensionó su proyección. De Motherwell a la fase de grupos junto al Hannover 96, Helsingborg y Tweente y de la fase de grupos en dirección hacia las eliminatorias a doble confrontación ante Olympiacos y Rubin Kazan. Fue el exquisito tránsito firmado por el colectivo granota. Diez años después del paso granota por la Europa League, Iborra volverá a ajustarse la camiseta del Levante. Es sin duda uno de los grandes fichajes del verano de 2022.