El documento forma parte de la colección existente en el Archivo Histórico Municipal que se encuentra ubicado en el Palacio Cervelló en la Plaza de Tetuán en el corazón de la capital del Turia. El expediente está fechado en la jornada del 2 de agosto de 1922 y va dirigido al departamento de Fomento del Ayuntamiento de Valencia. Se trata de una excelente fuente de información en aras a constatar capítulos relevantes acerca de la construcción del Campo de la Cruz. No hay excesivas noticias sobre el inicio de las obras en los periódicos locales. No obstante, este expediente fija la acción en los primeros días de agosto de 1922. La datación adquiere relevancia. Apenas un mes más tarde el Levante y el Valencia cruzarían sus destinos en el partido que significó la inauguración de facto del estadio levantino.

No sería especialmente descabellado pensar que la obra durante el verano de 1922 estaría bastante avanzada. La cercanía con los acontecimientos posteriores, es decir la inmediatez con el duelo entre el club marino y la entidad de Mestalla, materializado en la tarde del domingo 3 de septiembre de 1922, confirmaría este posicionamiento. El plano muestra el alzado de la fachada principal del coliseo ubicado en el Camino Hondo del Grao. De hecho, es posible descubrir parte del recorrido de esta antigua vía que marcha en paralelo al muro que daría cobijo al elegante frontis que permitiría el acceso al estadio. Lorenzo Criado, en calidad arquitecto, contextualiza la ubicación de este antiguo camino. La firma de Lorenzo Criado aparece justo debajo de la datación del plano. Su autoría resulta innegable. No es la única averiguación susceptible de producirse.

Debajo de la portada parece posible adivinar el contorno de la superficie del terreno de juego que se aloja en el interior de una especie de trapecio. La documentación ratifica las intenciones de los mandatarios del Levante. Ángel Fernández, desde la presidencia de la sociedad grauera que ostentaba en aquel tiempo presente, tomó la palabra. “Ángel Fernández, presidente de la sociedad Levante FC a vuestra V.E. atentamente expone: que con el fin de cercar el campo de distracciones de esta sociedad situada en el camino viejo del Grao se desea construir un muro de cierre provisional que circunde todo el predio para dar mayor comodidad a los que se apeen del tranvía ya que éste pasa lindando la propiedad, se retirara el muro de la fachada al camino viejo del Grao según se indica en el plano y para ello se precisa obtener el correspondiente permiso, es por lo que: Suplica a V.E. que previos los trámites ordinarios y los advitrios establecidos se sirva conceder la licencia que se solicita”.

El mandatario requiere el permiso de las autoridades locales con competencias en materia urbanística para el cerramiento del Campo de la Cruz. Lorenzo Criado corrobora esta petición. “Lorenzo Criado pide permiso para construir un muro de cierre en el campo de distracciones que la sociedad Levante FC tiene en el Cº Vº del Grao». Este expediente es el origen de una controvertida situación que generará un continuado cruce de documentación entre los funcionarios y profesionales del consistorio valenciano y los directivos de la sociedad que se extenderá en el tiempo. Los propósitos y los fines de los rectores levantinos no siempre marchan en consonancia con el cumplimiento de la normativa municipal. Las denuncias a Fomento desde el organismo municipal por incumplimiento del ordenamiento reglamentario se suceden.

Lo cierto es que la construcción del Campo de la Cruz es coetánea a la implantación de edificios análogos diseminados por el resto de las ciudades españolas. Pujadas y Santacana califican el período como “la era de los grandes estadios”. Los casos se suceden. El Atlético de Madrid construye en 1923 el Stadium Metropolitano. El Real Madrid inauguró Chamartín en 1924. En Barcelona el rastreo comienza en el año 1920 con la edificación del Campo Catalán como escenario de los Juegos Olímpicos de 1924 que no fueron concedidos. La fábrica de Les Corts, feudo del Barcelona, responde a 1922. Sarrià, mítico coliseo del RCD Espanyol se estrenó en 1923. El fenómeno no tiene fin. El Estadio de Los Cármenes de Granada data de 1923. La Condomina de Murcia es de 1924. La ciudad de Valencia no fue ajena a esta fiebre constructora. Mestalla se inauguró en 1923. El Stadium, quizás la primera instalación de signo capitalista por su pretendida multifuncionalidad, ubicado en el cauce del Río Turia y morada del Gimnástico data de 1923. Esta construcción no dejó indiferente a la clase política de la Valencia de los años veinte y el debate que generó fue mayúsculo. La obra respondía a la personalidad del arquitecto Javier Goerlich.