Dos Ligas y cuatro Copas, el legado de la mítica defensa granota Maider Castillo

El currículum granota de la futbolista Maider Castillo le sitúa, sin ninguna duda, en los puestos más altos del escalafón deportivo del Levante U.D. de todos los tiempos. Dos Ligas y cuatro Copas de la Reina (con un doblete en la temporada de su debut) le han convertido, para siempre, en un referente histórico del club de Orriols.

Y como dice el refranero popular de casta le viene al galgo. Porque esta guipuzcoana le debe mucho a su entorno más cercano. Así hablaba de sus inicios en una entrevista que concedió a El Diario Vasco en septiembre de 2019…  Nací con un balón en los pies, doy gracias al apoyo de la familia… Nunca pude ver jugar al aita (se refiere a su padre, el futbolista profesional Jesús María Castillo), pero quienes le vieron jugar hablan muy bien y si está entre los mejores laterales izquierdos del S.D. Eibar será porque lo hacía bien. Quienes le vieron jugar y quienes me vieron jugar a mí decían que era igual que mi padre. No puedo opinar sobre su juego, solo puedo decir que la zurda seguro que no era la misma. Pero sí quiero destacar el apoyo que siempre he tenido de mi familia. Doy gracias a toda la familia por estar siempre conmigo. En aquella época no era tan fácil estar y ellos siempre han estado apoyándome y siguiéndome allá donde he ido. Siempre han respetado las decisiones que he tomado deportivamente, me fui joven de casa a hacer lo que más me gustaba y siempre me han apoyado. Pero esta legendaria defensa no comenzó en esa demarcación. Como anécdota simpática decir que, en sus inicios, con trece años, jugaba de delantera y según decía ella fallaba lo más fácil y metía lo más complicado… Así que tras un reajuste en su equipo, el Eibartarrak, le probaron de central y ahí se quedó.

Y enseguida, en cuanto tuvo claro que su vida iba a girar alrededor del fútbol, su calidad no pasó desapercibida para los más entendidos. Con solo 17 años ya fue convocada por la selección autonómica vasca y con 19 debutaría con la selección española absoluta. Y poco después dejaría su Eibar natal para comenzar su larga andadura como futbolista profesional. Tras pasar dos campañas en el A.D. Torrejón el Levante U.D. puso sus ojos en ella y se hizo con sus servicios. Era el verano de 2001 y comenzaba, así, una maravillosa historia de catorce años que iba a convertir a Maider Castillo Muga en una de las mejores futbolistas granotes de todos los tiempos. Y otra anécdota muy divertida: El primer día que llegó a Valencia lo primero que hicieron en el club fue llevarla a la Horchatería Daniel de Alboraya, la meca del oro blanco valenciano. Y la vasca se dio cuenta al momento de que acababa de llegar a un lugar donde se iba a sentir como en casa.

Y no pudo comenzar mejor su trayectoria azulgrana. En su debut como granota en la máxima categoría del fútbol español conquistó la Liga (entonces denominada Superliga) y la Copa de la Reina. Ese fantástico doblete de la 2001/02 lo consiguió bajo las órdenes del entrenador Antonio Descalzo, que también entrenaría la sección la temporada siguiente. Aquella campaña el Levante se proclamó campeón del torneo de la regularidad con claridad, aventajando al equipo extremeño del Puebla, segundo clasificado, por seis puntos de diferencia. La final de la Copa de 2002 se disputó en el Ciutat de València y en la misma las granotes se impusieron al Espanyol por 1 a 0.

En las tres siguientes temporadas Maider tuvo como técnico al valenciano Josep Alcácer que, según la futbolista eibarresa, ha sido el entrenador que más le ha marcado en su carrera profesional. Con él consiguió dos títulos más, dos nuevas Copas de la Reina, en la primera y en la segunda de las dos campañas en las que el preparador edetano dirigió la sección femenina azulgrana. El inicial se ganó tras la final disputada en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro en 2004. En ella las granotes se impusieron al Sabadell por 3 a 1, tras un vibrante partido en el que se tuvo que recurrir a la prórroga después del empate a uno con el que finalizaron los primeros noventa minutos. Castillo siempre habla de aquella Copa como el título del que guarda mejor recuerdo de los seis que logró con el Levante. Porque, además, las celebraciones coincidieron con las del mítico ascenso a Primera División del equipo masculino en Jerez. Y chicos y chicas lo celebraron con la afición en la Fuente de las Cuatro Estaciones del Paseo de La Alameda de Valencia. Y al año siguiente, esta vez tras la final disputada en la isla canaria de La Palma, las azulgranas volvieron a proclamarse campeonas del trofeo del K.O., después de vencer en el partido decisivo al Puebla por 2 a 1.

En la campaña 2006/07 el entrenador (y ex jugador de la casa) Félix Carvallo tomó las riendas del equipo y con él volvieron los éxitos. En su primera temporada en el Levante logró una nueva Copa de la Reina que, para Maider, supuso la cuarta en su currículum. En el encuentro decisivo disputado en Madrid las granotes volvieron a imponerse al Espanyol (como en la final de 2002) pero esta vez con más contundencia, por 3 a 1. Aunque en la Liga el equipo solo pudo ser tercero, tras el campeón Athletic y el equipo perico.

En la temporada 2007/08 (la segunda y última con Carvallo) el Levante U.D. se proclamó campeón de Liga. En un torneo de infarto, donde se estableció un duelo a cara de perro durante todo el año entre el club de Orriols y el Rayo Vallecano, la balanza se inclinó finalmente del lado granota. Aunque la competición fue igualadísima, puesto que el título lo ganó el Levante por su mejor golaveraje, tras acabar ambos equipos con 71 puntos. El tercer puesto lo ocupó el Athletic, con 53, nada menos que a 18 de los dos primeros. Maider Castillo logró así su segundo trofeo liguero. Y casi conquistó también su segundo doblete, ya que las granotes llegaron a la final de Copa que se disputó en la ciudad madrileña de Torrelodones. Pero su rival, de nuevo el Rayo Vallecano, se llevó esta vez el gato al agua por 3 a 2.

La guipuzcoana, con solo siete campañas en la entidad granota, ya tenía en su bolsillo dos Ligas y cuatro Copas de la Reina, un logro extraordinario, y la afición ya le consideraba, sin discusión, como el gran referente de la sección femenina, la gran capitana del Levante U.D. Y prueba de ello fue la creación de la Peña Granota Maider Castillo o la página Club de Fans de Maider Castillo en la red social de Facebook. Estaba claro que la eibarresa ya se había convertido, para siempre, en una levantinista de leyenda.

En la temporada 2008/09 se volvió a repetir la gran rivalidad del curso anterior entre vallecanas y granotes pero, esta vez, la Liga marchó a la capital de España. El Levante entrenado por Gustavo Duco logró el subcampeonato, quedando a cinco puntos de las madrileñas. Y en las dos siguientes campañas, bajo la dirección de Rafael Aranda, el equipo no tuvo opciones reales de optar por el torneo liguero (que se volvió a adjudicar el conjunto vallecano) y solo pudo aspirar a quedar en la zona alta de la clasificación.

El curso 2011/12 supuso la irrupción avasalladora del F.C. Barcelona, el conjunto que, a partir de entonces, se convirtió en el gran dominador del fútbol femenino español. De hecho, en las siguientes cuatro temporadas, coincidiendo también con las cuatro últimas de la futbolista Maider Castillo, el equipo culé se proclamó, de manera incontestable, campeón de aquellas Ligas. Por lo que se refiere al Levante, el equipo estuvo dirigido durante todo ese tiempo por el entrenador Antonio Contreras. Y, salvo en la campaña 2012/13, en la que se logró el cuarto lugar en el resto de temporadas se concluyó en la quinta posición final.

De las catorce campañas en las que Maider Castillo vistió la elástica azulgrana la peor de todas fue, sin duda, la 2012/13. En octubre de 2012 sufrió una gravísima lesión con una rotura de ligamentos en la rodilla derecha. Tras la imprescindible intervención quirúrgica afrontó un largo período de recuperación que no concluyó hasta seis meses después. Y, por fin, el 14 de abril de 2013, la futbolista eibarresa volvió a saltar a un terreno de juego con su número tres a la espalda. Y su partido de regreso no fue uno cualquiera. Eligió el derbi que enfrentó al Valencia C.F. y al Levante U.D. en territorio che. Y la alegría fue completa puesto que las granotes se impusieron por un claro 0 a 2.

Maider se había propuesto volver en plena forma para seguir aportando al equipo y a fe que lo consiguió. En sus dos últimas temporadas como granota volvió a rayar a gran altura y su actitud dentro y fuera del terreno de juego fue todo un ejemplo para sus compañeras. La jugadora guipuzcoana colgó las botas cuando estaba a punto de cumplir treinta y nueve años, una edad increíble. Y como colofón a su impresionante trayectoria futbolística con el Levante U.D. no olvidemos un dato extraordinario: Vistiendo la camiseta granota tuvo la oportunidad de disputar tres ediciones de la Champions League, la máxima competición futbolística europea, algo de lo que no puede presumir todo el mundo.

NOTA = La foto de la portada del artículo es obra de la fotógrafa Amparo Simó https://www.amparosimo.com/