Fue el pasado jueves 22 de diciembre en el marco de la inauguración de la Exposición ‘DE GRANOTES, GATS I PALMERES, els orígens del Levante UD’. Mariano Cuenca aprovechó este contexto y esta escenografía, puramente granota, para donar al Levante UD la preciosa camiseta azulgrana que con tanto celo defendió durante los años finales de la década de los cincuenta. Cuenca fue componente de la sección de balonmano del Levante UD. Con la zamarreta blaugrana pegada a su cuerpo se expresaba con las manos. Este histórico jugador legó esta significativa camiseta, que luce el número siete en su parte posterior, a Quico Catalán. El presidente departió con Mariano Cuenca durante unos minutos ante la mirada altiva de la elástica.

“Vaya joya”, confirmó Quico al recibir la prenda en propiedad. Ese trasvase se produjo durante la puesta de largo de la muestra que tiene como epicentro el L’ETNO, museo valencià d’etnologia. La camiseta forma parte de la copiosa documentación exhibida en una exposición que recrea el nacimiento de la actual sociedad. Desde los orígenes del Levante FC y del Gimnástico FC hasta la consecución del legendario ascenso a Primera del mes de junio de 1963. El jersey, con las clásicas barras listadas en azul y grana, convive con otros legajos contemporáneos en el espacio dedicado al Levante UD de los años cincuenta y sesenta. El balonmano se convirtió en una disciplina que confería singularidad a la entidad en esa fase de su cronología. La camiseta brilla en lo alto de un pedestal mostrando su poderío y efervescencia.

Es una pieza codiciada por su autenticidad. De hecho, es el tejido más antiguo de los conservados por el Área de Patrimonio Histórico del Levante hasta la fecha presente. Mariano Cuenca revivió ante la presencia del mandatario granota sus recuerdos como miembro de la entidad de Orriols asociado a la práctica de la disciplina del balonmano. El jugador ratificó su condición de “delantero” cuando se posicionaba sobre el campo. Y explicó que “la camiseta tenía un clip que permitía poner y quitar el escudo cuando había que lavarla”, si bien el escudo se ha perdido. “Teníamos un pase que nos acreditaba como jugadores a la entidad del Levante. Con ese pase íbamos a Vallejo a ver al equipo de fútbol. Formábamos parte del Levante”, rememoró con orgullo ante Quico con una sonrisa en los labios.