Fue uno de los míticos jugadores que conformó la laureada plantilla que conquistó el ascenso a Primera División del curso 1962-1963. La alineación de aquel histórico equipo estaba encabezada por Rodri. Fue el arquero que consumó el tránsito a la elite. El cancerbero se comprometió con el Levante en el verano de 1962. Fue el inicio de una dilatada relación con la escuadra azulgrana. 60 años después de aquella gesta Rodri regresó a Valencia para visitar en L’ETNO la expo DE GRANOTES, GATS I PALMERES, els orígens del Levante UD. El portero regresó en el tiempo a las jornadas gloriosas del ascenso de junio de 1963.