Cuando el colombiano Edwin Arturo Congo Murillo llegó al Levante UD en la temporada 2002/03 sabía que aterrizaba en un club que sólo tenía un objetivo en mente: Regresar a la elite el año en el que se conmemoraba el cuadragésimo aniversario del único ascenso granota a Primera División, un lejanísimo 2 de junio de 1963. El club presidido por Antonio Blasco y con Pedro Villarroel como máximo accionista reforzó el equipo de manera extraordinaria. Además del sudamericano llegaron los centrocampistas Jofre (del Barça) y Rivera (del Real Madrid), el delantero argentino Gabi Amato y, por encima de todos, la gran estrella mediática Pedja Mijatovic, el referente de aquel once que pretendía hacer historia.

El de Bogotá también llegó desde el Real Madrid. En la temporada 1999/00 (tras su gran actuación en la Copa América de 1999) fue fichado por el club de Chamartín, presidido por Lorenzo Sanz y entrenado por John Benjamin Toshack. Pero el técnico galés no apostó por él y fue cedido al Valladolid, de Primera División, donde sólo jugó una docena de partidos y anotó un tanto. La siguiente campaña estuvo en el Vitoria de Guimaraes luso y en el Toulouse francés (los dos también en las máximas categorías de sus respectivos países) pero tampoco acabó de sobresalir y aunque en el club portugués marcó cuatro goles en el galo se quedó en uno. En la 2001/02 volvió al Real Madrid, donde (valga la redundancia) pasó una temporada en blanco, ya que no jugó ningún partido. Aunque el colombiano puede presumir de tener una Champions League en su currículum, puesto que aquel curso el club al que pertenecía logró la Copa de Europa venciendo en la final al Bayer Leverkusen con un golazo del francés Zidane que pasó a la historia.

Con la selección colombiana la actuación más destacada de Congo tuvo lugar en la Copa América de 1999. En la fase de grupos quedaron primeros ganando sus tres partidos a Uruguay, Ecuador y Argentina. A estos últimos les golearon 3 a 0. A la izquierda Edwin peleando un balón con el defensa Ayala y a la derecha celebrando con su compañero Zambrano el gol que marcó aquel día, rematando magistralmente de tacón un saque de esquina. Colombia fue eliminada en cuartos de final por Chile

Tras fichar por el Real Madrid en la 1999/00 Congo fue cedido al Valladolid, donde jugó con los de Pucela una docena de partidos en Primera División

En la primera de las cuatro campañas en las que Congo vistió la elástica azulgrana el delantero colombiano llegó a su máxima marca anotadora con nueve tantos. Y logró, además, dos dobletes. En la goleada al Badajoz por 4 a 0 en la sexta jornada y en la derrota sufrida en Gijón por 3 a 2 en la trigésimo primera. Y aunque aquel año casi se alcanzó el anhelado ascenso (en las últimas doce jornadas los granotes ocuparon una frustrante cuarta posición) el balance final fue, lógicamente, negativo.

Congo en la 2002/03, su primera temporada como levantinista

Así que pese a que el balón había ido al palo con eso no era suficiente. Había que marcar el gol del ascenso sí o sí en la siguiente campaña. Y para ello se apostó por un entrenador que iba a hacer historia en Orriols. Manolo Preciado se convirtió en el técnico perfecto para conducir la nave granota a buen puerto.

Pinillos, Congo y Rentería escuchando a Manolo Preciado en la presentación de la plantilla de la 2003/04. A la derecha el colombiano celebrando uno de sus goles de aquel curso con el técnico cántabro

El equipo se había reforzado con los delanteros David Aganzo y el argentino Gustavo Reggi, que con nueve y doce goles asumieron la titularidad. Aunque Congo no desaprovechó sus oportunidades y volvió a ser decisivo, anotando ocho tantos aquel curso inolvidable. Enseguida quedó claro que el once azulgrana era el principal candidato al ascenso. En las dieciocho primeras jornadas sólo perdió un encuentro, liderando la clasificación con un colchón de cinco puntos sobre la cuarta plaza. Aunque a partir de ahí se atravesó un bache de resultados que relegó al Levante UD a la tercera posición tras la derrota en Eibar por 2 a 0 en la vigesimoséptima jornada.

En la decimosexta jornada el Levante se impuso 2 a 1 al Salamanca en el Ciutat gracias a un gol de Congo que deshizo el empate a falta de quince minutos para la conclusión. En la imagen celebrando el tanto con sus compañeros Descarga, Tito y Jofre

Y en aquella temporada mágica para el levantinismo a punto estuvo de consumarse el 14 de enero de 2004 una sorpresa antológica en el Camp Nou del FC Barcelona. El Levante UD disputaba la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey. En la ida los granotes, tras un partido espectacular, habían vencido 1 a 0 en Orriols gracias al gol logrado por Rivera al transformar un penalti. Y aunque todo el mundo pensó que aquello había sido un accidente y en la ciudad condal las aguas volverían a su cauce, la realidad fue muy distinta. Porque si no llega a ser por la parcial actuación del colegiado Losantos Omar, que perjudicó descaradamente a los granotes, el Levante podría haber avanzado a la siguiente ronda. Aquel día Congo realizó su mejor partido de siempre y fue el protagonista absoluto de aquel enfrentamiento entre las huestes azulgranas catalanas y las (esa noche) fuerzas blanquinegras valencianas.

Congo jugó su mejor partido como levantinista el día en el que el decano valenciano cayó injustamente derrotado frente al Barça por 3 a 1. A la izquierda disputando un balón en el área culé con su compañero Aganzo y el guardameta local Valdés y a la derecha avanzando decididamente con el esférico

La infamia de aquel arbitraje empezó al perdonar el de negro la expulsión de Puyol cuando éste derribó a Congo siendo el último defensor. Acto seguido pitó un penalti cometido sobre el sudamericano pero tras hacerlo se retractó y lo anuló. En un claro remate de Edwin el defensa holandés Cocu sacó el balón de la misma línea de gol con el brazo, en una acción que vio todo el estadio salvo Losantos Omar. El Barça se había adelantado con dos goles en fuera de juego de Iniesta y Saviola que el árbitro concedió. Pese a que el Levante no le perdió la cara al partido, el colegiado remató su faena a los quince minutos de la reanudación señalando un penalti a favor del Barcelona en una pugna sin importancia entre Ronaldinho y Olías. Pero los granotes siguieron peleando como gatos panza arriba con un Congo en estado de gracia. A Edwin le anularon un gol tras anotar de espectacular cabezazo en un fuera de juego que, en este caso, el trencilla vasco sí vio. El colombiano marcó finamente en el minuto 80 del partido y puso a los culés al borde de la eliminación. Y en ese último cuarto de hora los de Orriols siguieron peleando por ese gol histórico ante la angustia de un Camp Nou que no paró de pedir la hora a un árbitro que, por supuesto, no añadió ni un segundo más al partido al concluir el tiempo de descuento.

A la izquierda Congo celebrando el 1 de febrero de 2004 el gol que marcó en la victoria por 3 a 1 frente al Rayo Vallecano y a la derecha en dos lances del encuentro que los granotes disputaron en Vitoria frente al Alavés en abril de ese año

Aquella tremenda injusticia copera no desanimó a los hombres de Preciado. Al revés, volvieron a la lucha liguera convencidos de que, en el trofeo de la regularidad, nadie iba a privarles de lo que ganaran en justa lid. Y a partir de mediados de marzo, tras la derrota contra el Eibar, el Levante afrontó sus últimos quince partidos de manera espectacular. Solo perdió un encuentro, ganó diez y empató cuatro. Las tres victorias consecutivas contra Salamanca, Las Palmas y Cádiz dejaron al equipo al borde de la gloria. Ganando el siguiendo partido en Jerez el Levante UD volvería (casi cuarenta años después) a la Primera División del fútbol español.

Las victorias por 0 a 1 frente al Salamanca y por 2 a 0 contra Las Palmas dejaron al Levante al borde del ascenso. A la izquierda Congo en el triunfo en el Estadio Helmántico y a la derecha celebrando el tanto que anotó en la victoria frente a los canarios

El 5 de junio de 2004, tras vencer 1 a 2 en Jerez, el Levante UD ascendió a Primera División. En la imagen Edwin Congo celebrándolo aquel día en el Estadio Municipal de Chapín

Tras el histórico triunfo en tierras andaluzas el Levante UD regresó al Olimpo del fútbol español a falta de dos partidos para la conclusión del torneo. Así que el siguiente match que se disputó en el Ciutat de València se convirtió en el final de fiesta perfecto para una afición granota que vivía en la felicidad absoluta. Aquel día el Levante se impuso por 2 a 0 al Polideportivo Ejido, Congo marcó el segundo tanto y el equipo, además, se proclamó matemáticamente campeón de Segunda División.

Once granota que el 13 de junio de 2004 venció 2 a 0 al Polideportivo Ejido en el Ciutat de València y se proclamó campeón de Segunda División. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Congo, Alexis Suárez, Aizpurúa (portero), Rubiales, Félix, Aganzo, Juanra, Tito, Limones, Rivera y Jofre

Congo celebrando con sus compañeros el tanto que marcó en el triunfo frente al Polideportivo Ejido

Las celebraciones por aquel ascenso tan deseado fueron apoteósicas. Arriba durante el recibimiento al equipo en el Palau de la Generalitat por parte del presidente autonómico Francisco Camps y abajo en un acto religioso celebrado en los Poblados Marítimos. En primera fila y de izquierda a derecha Congo, el delegado Andrés Garcerá, Manolo Preciado, Sérvulo, Aganzo y Descarga

El colombiano afrontó en Primera División su tercera campaña como granota. Y lo hizo a las órdenes del prestigioso técnico alemán Bernd Schuster, que sustituyó al inolvidable Preciado. El alemán le dio bastante continuidad al de Bogotá, que aquel curso jugó veintiséis encuentros y anotó dos tantos (frente al Valencia y la Real Sociedad). Sin embargo, pese al prometedor inicio de campeonato, el equipo acabó descendiendo en una aciaga última jornada.

Congo durante su año con el Levante UD en Primera División. Arriba a la izquierda disputando un balón con Sergi Barjuan en el triunfo por 1 a 0 frente al Atlético de Madrid, a la derecha en otro encuentro de aquel curso y abajo con el ex granota Fernando Sales en el partido contra el Sevilla en el Ciutat

En su cuarta y última temporada en Orriols Edwin Congo vivió dos etapas bien diferenciadas. Tras el descenso a la división de plata el entrenador José Luis Oltra (que había sustituido a Schuster en los últimas cuatro partidos del curso anterior) le relegó al banquillo y no jugó ni un solo encuentro bajo sus órdenes. Y así se mantuvo la cosa hasta que en la décima jornada y a la vista de que el equipo no funcionaba (y se perdían las opciones de regresar a Primera División) Oltra fue sustituido por el técnico vasco José Manuel Esnal Mané. Eso permitió al colombiano volver a las convocatorias con asiduidad para terminar jugando veintidós encuentros y marcar dos goles. Aquella campaña, además, concluyó de la mejor manera posible tras el ascenso de Lleida a Primera División el 17 de junio de 2006.

Dos imágenes de Congo en la 2005/06, su última temporada como granota. A la izquierda posando en el palco VIP del Ciutat de València y a la derecha formando parte del once titular que el 13 de mayo de 2006 se impuso 1 a 0 al Tenerife. De izquierda a derecha y de arriba abajo Diego Camacho, Cavallero, Congo, Riga, Harte, Descarga, Ettien, Culebras, Alexis Suárez, Carmelo y N’Diaye

Congo festejando desde la banda el gol de Riga en Lleida (con Descarga subido a sus espaldas) que le dio al Levante UD el triunfo por 0 a 1 y el ascenso a Primera División

Y así finalizó la trayectoria del delantero colombiano Edwin Congo en el club de Orriols, con un balance más que positivo que le permitió vivir dos ascensos a Primera División y sentir, sin ninguna duda, el cariño de una afición que siempre le tuvo un afecto indiscutible.

Dos imágenes preciosas de Edwin Congo en la ciudad de su querido Levante UD. A los pies del Miguelete y bajo la portada barroca de Konrad Rudolf de la catedral de València