Tomeu Ballester
El testimonio de Tomeu Ballester permite rescatar la imagen del Levante de finales de la década de los años ochenta y primeros noventa. El defensor balear aterrizó en la escuadra azulgrana procedente del Teruel. Llegó avalado por el veredicto del entrenador Roberto Álvarez con el que había coincidido en la entidad aragonesa. Ballester mantuvo una regularidad extraordinaria durante sus cinco temporadas en las filas de la sociedad levantinista. De hecho, en su primera campaña disputó la totalidad de la competición liguera en el marco de la Segunda División B. No se perdió ni un solo minuto de un ejercicio excelso marcado por el retorno a la categoría de Plata después de muchas temporadas alejado de la elite.
En la siguiente campaña en la categoría de Plata mantuvo esa inercia para no descabalgarse del once en el campeonato de la regularidad. Su condición de titular nunca se discutió. La memoria de Ballester evoca momentos legendarios en la historia granota como el mítico encuentro ante el Ceuta (5-4) en el Ciutat de València que entrelaza con la actualidad más candente del club de Orriols. Reflexiona sobre el crecimiento experimentado por el Levante actual mientras recuerda el vestuario y la calidad humana de sus compañeros de andanzas. Latorre, Martín, Museros o López Ufarte vuelven a calzarse las botas. El presente y el pasado en clave azulgrana fluye en una conversación que acentúa su condición perenne de levantinista. Muchos años después de su estancia en la institución sigue las vicisitudes del equipo blaugrana.