En el mundo del fútbol hay partidos memorables que, muchas veces, marcan la carrera de un futbolista. Actuaciones a las que siempre vuelve la memoria del aficionado cuando recuerda a esos deportistas de elite. Félix Ettien es un ejemplo perfecto. El extraordinario encuentro que jugó el 3 de septiembre de 2000 en el triunfo por 4 a 1 del Levante UD frente al Atlético de Madrid de Jesús Gil (aquel celebérrimo presidente colchonero) le hizo pasar a la historia del club de Orriols. Y eso que no marcó en aquella mítica goleada, lo cual magnifica más su gesta.
Félix Dja Ettien Yohou nació en Abidjan (Costa de Marfil) y su llegada al equipo azulgrana estuvo marcada por el azar. La secretaría técnica granota estaba siguiendo en el Mundial Sub 20 de 1997 los pasos del futbolista costamarfileño Idrissa Keita. Y aunque esta primera opción también fue del agrado de los ojeadores levantinos quien despertó tanto o más interés fue otro jugador de aquella selección africana. Se llamaba Félix Ettien, jugaba de delantero y lo que le hacía destacar por encima de todo era su excepcional poderío físico. Así que ambos futbolistas pasaron a formar parte de una plantilla granota que a finales de agosto de 1997 arrancó una más que incierta campaña en la Segunda División del fútbol español. Aquel curso fue un rosario de despropósitos, el equipo no levantó cabeza y, finalmente, se consumó el descenso a la división de bronce. Hasta cinco entrenadores ocuparon el banquillo: Emilio Cruz, José Enrique Díaz, Roberto Álvarez, Jesús Aranguren y Pepe Balaguer, quien iba a continuar la siguiente temporada para capitanear la deseada vuelta a la Segunda División. En aquella campaña de debut Ettien solo jugó siete partidos.
Pero en las dos siguientes el técnico Pepe Balaguer se asentó en el equipo y se convirtió en el principal valedor de Félix, a quien recolocó en el terreno de juego. De atacante pasó a ocupar la banda derecha de la retaguardia, dentro de un sistema de defensa en cinco que utilizaba el entrenador de La Pobla de Vallbona. El africano, además, se convirtió en el único costamarfileño de la plantilla, después de que su compatriota Keita fichara por el Oviedo tras el descenso de categoría del conjunto granota. Ettien disputó 26 encuentros en la 98/99 y fue clave para que el Levante quedara campeón en el Grupo III de la Segunda División B, sacándole cinco puntos al Cartagonova, su inmediato seguidor. Pero eso no le otorgó el ascenso directo, para lograrlo debía de quedar de nuevo campeón en una Liguilla de Promoción con el Real Madrid B, el Polideportivo Almería y el Bermeo. Y los granotes volvieron a ser los mejores y lograron el ascenso matemático en la penúltima jornada de aquel mini torneo decisivo. El triunfo por 0 a 2 (con doblete de Fernando Sales) en la Ciudad Deportiva del Real Madrid devolvió al Levante UD a la división de plata.
En la temporada 1999/2000 los de Orriols realizaron un excelente papel en Segunda División, con una meritoria séptima posición final, a sólo cinco puntos del Villarreal, que como tercer clasificado fue el último de los equipos que ascendió a Primera División. El delantero granota Salillas fue, además, el pichichi de la competición con 20 tantos. Y Ettien, con el apoyo total de Pepe Balaguer, disputó los 38 encuentros de aquel torneo, anotando dos goles (uno contra el Leganés y otro frente al Elche).
Ettien en la 1999/00, su tercera temporada como granota. El club había ascendido a la división de plata desde Segunda B. La imagen es del empate a uno contra Las Palmas del 9 de enero de 2000
La campaña 2000/01 arrancó con dos hechos muy significativos. El primero fue que Balaguer no siguió al frente de la nave granota, siendo sustituido por José Carlos Granero. El nuevo técnico, consciente del potencial físico y de la velocidad del costamarfileño, decidió liberarle de su trabajo en la retaguardia para darle a su juego un enfoque mucho más ofensivo, convirtiéndole en todo un llegador por la banda. Y el segundo fue que el sorteo liguero deparó que las huestes levantinistas abrieran la competición en el Ciutat de València contra el todopoderoso Atlético de Madrid que, inexplicablemente, había descendido de Primera División el curso anterior.
Y aquel partido que enfrentó a granotes y colchoneros fue el día en el que Ettien se convirtió en la nueva estrella del fútbol español. El Atlético de Madrid, un club que siempre se ha caracterizado por sus excelentes campañas promocionales, bautizó la travesía por el desierto de aquel curso con el eslogan de un añito en el infierno, pensando que sólo iban a pasar ese tiempo en Segunda División. Pero se equivocaron, porque necesitaron dos para retornar a la elite. Y eso que sólo con haber hecho tablas en aquel debut liguero en el Ciutat hubieran ascendido, ya que al final quedaron cuartos, empatados con el tercero, que fue el Tenerife y que subió por su mejor golaveraje con los rojiblancos.
Pero ese día el Levante hizo un partido enorme y pasó por encima del rival. Los granotes, contra todo pronóstico, vapulearon 4 a 1 a los atléticos, en un partido excelso de todo el equipo y donde la actuación de Ettien sobresalió de manera determinante. Fue el autor de dos asistencias de gol. La primera después de una cabalgada espectacular por la banda derecha, driblando a cuantos jugadores colchoneros le salieron al paso y dando el balón en bandeja a Salillas para que anotara el primero. Y en la segunda parte, a los siete minutos, volvió a asistir (esta vez a Roa) para que marcara y pusiera de nuevo por delante al Levante tras el empate logrado por Salva Ballesta al filo del descanso. Los goles posteriores de Kaiku y Alberto redondearon una noche histórica que pudo ser vista en toda España, ya que aquel encuentro fue retransmitido a nivel nacional por la cadena Canal Plus. Aquella exhibición de Ettien le catapultó al estrellato. Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, se quitó el sombrero ante su actuación y poco tiempo después el Racing de Santander le hizo al Levante una oferta en firme de mil millones de pesetas para ficharle, pero el club presidido por Pedro Villarroel la rechazó.
Félix Ettien el día que deslumbró a toda España en el partido en el que el Levante goleó 4 a 1 al Atlético de Madrid. A la derecha el colchonero Kiko Narváez en el cartel de la campaña publicitaria de aquel año de la entidad rojiblanca
Tras acabar ese año en un aceptable octavo lugar las tres siguientes temporadas del Levante en Segunda División le hicieron pasar de rozar un nuevo descenso a Segunda B a regresar a la elite 41 años después del último ascenso a Primera División. En la campaña 2001/02 el míster Granero ya no logró optimizar el rendimiento del equipo y volvió el carrusel de cambios en el banquillo. La vuelta de Balaguer tampoco resultó fructífera y tras un breve paso también del técnico de la casa José Gómez el elegido para salvar al Levante de la quema fue el entrenador madrileño Carlos García Cantatero. Y aunque solo le sacó un punto al Nàstic de Tarragona, el último de los equipos que descendió, fue suficiente para no retornar al pozo de la categoría de bronce.
Pero las cosas cambiaron diametralmente los dos años siguientes. En la 2002/03 Cantarero contó con grandes incorporaciones, empezando por el mediático fichaje de Mijatovic y terminando con el de los centrocampistas Carpintero, Jofre y, sobre todo, Rivera, que le dieron un plus de mucha calidad al equipo. El desafortunado empate a dos contra el Albacete en el descuento (tras ir 0 a 2 todo el partido) fue clave para no ascender aquel año. Ettien jugó con regularidad, llegando a los 33 partidos y marcó tres goles (su tope de siempre que repitió otros años) frente al Eibar y el Elche (uno en tierras ilicitanas y otro en el Ciutat).
Con la llegada de Manolo Preciado al banquillo en la 2003/04 el objetivo ya fue sólo uno: Había que subir sí o sí y para ello se apuntaló la defensa con la incorporación de Pinillos y Alexis Suárez y la delantera con David Aganzo y el argentino Gustavo Reggi. Y esta vez sí. El equipo se proclamó campeón de la Segunda División y tras el triunfo en Xerez por 1 a 2 (con goles de Reggi y Rivera) los granotes regresaron a Primera División después de casi cuarenta años sin jugar con los mejores.
A la izquierda Ettien con la camiseta de la 2003/04 y a la derecha en las celebraciones de la plaza de La Virgen de València tras el ascenso a Primera División logrado en Xerez el 5 de junio de 2004. De izquierda a derecha Ettien, Aizpurúa, Alexis Suárez, Pinillos, Carpintero y Aganzo
El inicio del torneo del Levante en Primera División a las órdenes del alemán Bernd Schuster fue espectacular. Tras la victoria por 1 a 3 lograda contra el Numancia en la séptima jornada el equipo era quinto en la tabla (con los mismos puntos que el Atlético de Madrid, que era cuarto en puestos de Champions League).
El 12 de septiembre de 2004 el Levante volvió a jugar, casi cuarenta años después, un partido como local en Primera División. Los granotes se impusieron 3 a 1 al Racing de Santander y Ettien marcó el tanto que cerró la victoria y, obviamente, su primer gol en la elite del fútbol español. Félix aquel día
Y en el siguiente partido en el Ciutat, en la cuarta jornada, el Levante volvió a ganar, esta vez al Atlético de Madrid por 1 a 0. Félix Ettien no pudo tener un mejor reencuentro con el equipo colchonero. Arriba disputando un balón entre el defensa colombiano Perea y el centrocampista francés Luccin
Para el técnico alemán Ettien era indiscutible en su esquema de juego y participó en casi todos los partidos de aquella temporada, llegando a los 34. El conjunto granota seguía como un tiro y tras el triunfo en la jornada 10 contra el Athletic el Levante UD era tercero y estaba en puestos de Champions League, tras el Barça y el Real Madrid. El equipo de Orriols se había convertido, sin ninguna duda, en la gran revelación del campeonato. La afición granota no podía dejar de frotarse los ojos.
A la izquierda Félix el día que se ganó 2 a 0 al Mallorca. A la derecha en la victoria por 1 a 0 frente al Athletic Club. Tras aquel partido el Levante UD se puso tercero en la tabla
Y a partir de ahí el desastre, un cataclismo que todavía nadie se explica cómo sucedió. En las últimas 28 jornadas de Liga los azulgranas perdieron 16 partidos, empataron 9 y sólo ganaron 3. Tras la derrota por 0 a 1 contra el Málaga en la número 34 se cesó a Schuster dando entrada a José Luis Oltra. Pero aquella medida desesperada tampoco recondujo la situación y tras no vencer en ninguno de esos últimos cuatro encuentros el Levante descendió a Segunda División. Ver para creer.
Dos imágenes de Ettien del curso 2005/06 que concluyó con el ascenso de Lleida a Primera División
No hubo más remedio que resetear y el equipo se conjuró para volver inmediatamente a Primera División. Tras un inicio dubitativo de Oltra en el banquillo el club decidió sustituirlo en la jornada décima por el entrenador José Manuel Esnal Mané. Con él la cosa mejoró sustancialmente y, finalmente, tras el triunfo logrado en la última jornada frente al Lleida por 0 a 1 (con gol de Riga, el pichichi granota aquella campaña) los de Orriols volvieron a la categoría reina. Ettien volvió a contar con la confianza de los técnicos y jugó 31 partidos, anotando en tres ocasiones (frente al Ciudad de Murcia, el Almería y el Sporting de Gijón). Además, logró así dos ascensos a Primera con el Levante, algo de lo que muy pocos jugadores pueden presumir.
Ettien en el palco VIP del Ciutat de València y en las celebraciones por las calles de València tras el ascenso de Lleida a Primera División (en la imagen entre Descarga y Rubiales)
La 2006/07, su segunda campaña en la elite, fue, de nuevo, excelente. Ettien jugó 34 partidos (bajo las órdenes de López Caro y Abel Resino) y marcó dos goles (uno al Real Madrid y otro, de nuevo, al Racing de Santander). El equipo se vio reforzado por dos grandes jugadores: el italiano Tommasi en la medular y el costamarfileño Kapo (compatriota de Félix) en el ataque. Los de Orriols concluyeron decimoquintos.
Ettien driblando al madridista Roberto Carlos en el Ciutat de València. Aquel día fue el autor del único tanto logrado por los granotes en la dura derrota sufrida frente al Real Madrid
Félix en dos partidos del curso 2006/07 contra los dos equipos de la Ciudad Condal. A la izquierda en una acción con el brasileño Silvinho en el empate a uno contra el Barça en el Ciutat y a la derecha con Velasco en el empate (también a uno) contra el Espanyol en el Estadio Olímpico de Barcelona
Dos imágenes más de Ettien de aquella temporada 2006/07 en Primera División. A la izquierda en una acción junto al defensa sevillista Antonio Puerta y a la derecha con el entonces zaragocista (pero siempre levantinista de corazón) Juanfran
Ettien y Eto’o en dos partidos. A la izquierda en el empate a uno en el Ciutat de València de la campaña 2004/05 y a la derecha con el camerunés en la victoria culé por 1 a 0 de la 2006/07
Ettien en dos derbis contra el Valencia CF. A la izquierda con Vicentín en el empate a cero de la 2004/05 en el Ciutat y a la derecha con David Villa en Mestalla en la 2006/07
La temporada 2007/08 fue la última de las once de Félix Ettien como futbolista granota. Y aunque fue su tercera campaña en Primera División constituyó una despedida un tanto agridulce. El equipo terminó colista y descendió de nuevo a la categoría de plata. Y él no contó con la confianza que siempre tuvo de sus entrenadores. Tras la destitución de Abel Resino, el italiano De Biasi dirigió al equipo durante la mayor parte del curso pero tampoco logró cambiar la dinámica y el último técnico de aquel año, José Ángel Moreno, tres cuartos de lo mismo. Aquel año el costamarfileño sólo disputó 13 partidos y en la goleada sufrida en Pamplona por 4 a 1 logró el último gol de su carrera en Primera División.
Félix Ettien en el empate a dos entre Levante y Mallorca del 20 de enero de 2008 en el Ciutat de València
Pero este epílogo no puede empañar la extraordinaria trayectoria de este gran futbolista, uno de los más queridos por la afición de Orriols y que, no lo olvidemos, cuenta con dos datos estadísticos extraordinarios como futbolista granota. Desde la fusión del Levante FC y del Gimnástico en 1939 es el segundo jugador (después de Agustín Dolz) con más partidos oficiales disputados: 324. Y, a su vez, es el futbolista levantinista extranjero con más encuentros jugados en la historia del club.
Finalmente lo que también es incuestionable es que si esta fuerza de la naturaleza que fue siempre Ettien hubiera tenido como futbolista una mayor calidad técnica estaríamos hablando, sin duda, de un jugador top en la historia del fútbol nacional.
Ettien entrenando en la Ciudad Deportiva del Levante UD en Buñol. A la Izquierda con su compañero Miguel Ángel y a la derecha disputando un balón con el italiano Damiano Tommasi