Tenía una calidad técnica incuestionable . Se movía con soltura por el eje de la vanguardia. Todos los veranos eran tiempos de especulación relacionando su futuro con clubes de mayor calado.. Dejó su estela en la eliminación del Valencia en la Copa de España del curso 1934-1935 y en el partido definitivo ante el Barcelona en la misma competición.