Paredes fue un continuado volcán en erupción en el área rival desde su llegada al Levante en el curso 1956-1957. Fue el dueño del gol en la segunda mitad de los cincuenta. Los 25 goles del ejercicio 1959-1960 le consagraron como Pichichi del grupo Sur de Segunda División y le permitieron defender el escudo de la Selección Española B.