Extremo de la vieja guardia pegado a la cal de la banda. Marcó el gol de la victoria ante el Deportivo en el partido de vuelta por el ascenso a Primera en junio de 1963. Vinculado al imaginario granota, su traspaso al Espanyol dejó en las arcas del Levante dos millones de las viejas pesetas. Fue granota entre 1960 y 1964.