Fue el martes 9 de septiembre de 1969. El Levante y el Valencia inauguraron el Estadio Antonio Román. La entrada de tan histórico partido y el programa de los fastos ratifican la trascendencia de los hechos. La construcción del coliseo azulgrana en el barrio de Orriols se extendió en el tiempo desde que Antonio Román, en su primera etapa como presidente, expresara en la Junta de Compromisarios de 1959 su voluntad de construir una nueva edificación que mejorase las prestaciones de Vallejo.
Los proyectos se sucedieron hasta que el propio Antonio Román, en su segundo período al frente de la entidad granota, la entente anteriormente alcanzada con Blas Escrig para liderar el alzamiento de la obra del actual Ciutat de València. En el verano de 1968 comenzó la edificación de esta instalación. Apenas un año más tarde se consumó su estreno, si bien la nueva morada de la escuadra azulgrana todavía no estaba terminada en su totalidad. El período estival de 1969 fue pródigo en movimientos. El edificio fue tomando forma bajo la supervisión del mandatario granota y las principales autoridades de la ciudad del Turia.
El Ciutat ocupaba una vasta extensión. En agosto de 1969 la cúpula dirigente blaugrana programó su estreno para la fecha del seis de septiembre. No obstante, la agenda de Samaranch propició el traslado hasta el martes 9 de septiembre.
El Levante y el Valencia cruzaron sus caminos en el verde. Había abolengo en un duelo entre dos adversarios que ya habían inaugurado en la década de los años veinte el Campo de La Cruz, en el Camino Hondo del Grao, y el Estadio de Mestalla. El partido entre los dos rivales de la capital fue la culminación a un serial de actos de muy diversa índole. Se respiró levantinismo en las jornadas previas a la puesta de largo del Estadio Antonio Román.
El Ateneo Mercantil de los Poblados Marítimos acomodo una extensa exposición con banderines y trofeos del club decano. Luis Lluch Garín fue el mantenedor de un acto presentado como homenaje a la afición levantinista. El 3 de septiembre el selecto restaurante Viveros acogió a los socios, abonados y simpatizantes en una cena de fraternidad. Un día más tarde una notable representación de jugadores de la primera plantilla se desplazó hasta el Asilo San Juan de Dios.
El viernes 5 fue bendecida la bandera oficial del Levante en la Basílica. Elisa Bau de Lassala ejerció de madrina. El lunes 8 de septiembre Matías Prats ofreció una conferencia en los salones de la Asociación de la Prensa de Valencia. Fue el preludio de una cena homenaje del club a la Prensa, Radio y Televisión. Los eventos se multiplicaron en la jornada del martes 9 de septiembre con un Tedeum en la Basílica y un almuerzo oficial con las autoridades valencianas.
El encuentro estaba pautado para las 22:00 horas. Las secciones de la entidad desfilaron con anterioridad. Román otorgó la medalla de oro del Levante a Samaranch. El Delegado Nacional impuso la insignia de oro y brillantes del club al Capitán General, Gobernador Civil, Alcalde de la Ciutat y Presidente de la Diputación. La Agrupación Coral Valenciana interpretó el Himno Regional. El saque de honor protagonizado por Elisa Bau Lassala, madrina del este acontecimiento, prologó el encuentro que concluyó con victoria valencianista (0-3).