Antonio Román se dirige a los Señores Compromisarios del club para explicar las motivaciones y causas que le han llevado a presentar su dimisión como presidente del Levante de manera irrevocable.

Fue en la Junta General de mayo de 1960. Antonio Román cerraba su primera etapa al frente de la sociedad azulgrana tras acceder a la presidencia en un período de máxima convulsión económica durante el arranque de los años cincuenta. Los sempiternos problemas monetarios conjugaron con el desahucio de la entidad del feudo de Vallejo que logró revertir con la compra en propiedad de la instalación deportiva.