La temporada 1972-73 se presentaba con gran entusiasmo tanto en la plantilla como en la afición levantinista. Contando con un espacio deportivo prácticamente nuevo, como lo era el Nou Estadi y con la ilusionante vuelta de Antonio Calpe, Juncosa supo dirigir una espléndida y compensada plantilla que supo responder a las exigencias de un entrenador con larga trayectoria en el banco.

La primera mitad de la temporada hizo pensar en un posible ascenso, puesto que de un total de 19 partidos disputados, el equipo azulgrana venció en catorce ocasiones. De este modo, consiguió situarse líder en solitario, por lo que las expectativas ya superaban a una realidad aun no certificada matemáticamente.

La segunda vuelta de la temporada fue un poco más irregular, puesto que el equipo concedió un total de 5 empates y 4 derrotas. De igual manera, los buenos resultados obtenidos en la primera vuelta dieron rédito suficiente para que el equipo no solamente consiguiera ascender, sino que terminara como campeón del Grupo III de 3ª División.

De este modo, se consagraba un hito trascendental para el levantinismo: se conseguía el primer ascenso en un marco incomparable, como lo es el Ciutat de València.