Hizo la valija en el verano de 1995 para recalar en el Levante cedido por el Atlético de Madrid. Pronto encontró acomodo en la banda izquierda, dirigido por Carlos Simón. En Orriols acaparó protagonismo. Fue uno de los jugadores esenciales en la conquista del ascenso del ejercicio 1995-1996. Disputó 47 partidos. Anotó 10 goles.