Fue uno de los grandes goleadores del Levante de la segunda mitad de los cuarenta. Enérgico y decidido, fue un verdadero depredador en el interior del área. Celebró cuarenta y cinco goles con el escudo granota en cuatro temporadas. En su expediente brilla 105 partidos. Formó parte de una delantera legendaria junto a Fayos, Martínez Catalá, Botella y Escrivá.