De Alfredo Arroniz se acentuó la dureza de su disparo y sus óptimas cualidades como delantero centro. El atacante adquirió nombre en el fútbol regional defendiendo el escudo del Gimnástico. Formó parte del equipo que logró el campeonato Regional en 1924. Más tarde pasaría por las filas del Espanyol, Valencia para regresar al Gimnástico y poner rumbo al C.D. Castellón.