Keylor Navas, el portero que se consagró en el Levante UD y ganó tres Copas de Europa

Los extraordinarios futbolistas Keylor Navas y Johan Cruyff tienen tres cosas en común: Ambos jugaron en el Levante U.D. y ambos ganaron, a lo largo de su trayectoria profesional, tres Copas de Europa en tres temporadas consecutivas. El desaparecido genio holandés lo logró a principios de los años setenta en el Ajax de Ámsterdam, antes de fichar por el Barça en agosto de 1973. Y el guardameta costarricense lo consiguió durante su etapa en el Real Madrid (entre 2015 y 2018). Aunque el portero centroamericano continúa activo a día de hoy, formando parte del equipo francés del Paris Saint-Germain, por lo que aun sería posible que pudiera lograr algún título más en la máxima competición del futbol europeo.

Keylor Antonio Navas Gamboa (San Isidro de El General, Costa Rica, 15 de diciembre de 1986) debutó profesionalmente como guardameta a la edad de 19 años, defendiendo los colores del Deportivo Saprissa costarricense. Allí estuvo cinco temporadas (logrando dos Ligas de Costa Rica y una Copa de Campeones de la CONCACAF) hasta que en la 2010/11 dio el salto a la Segunda División del fútbol español, fichando por el Albacete Balompié.

Y no fue casualidad que el tico recalara en esta entidad deportiva. Vino recomendado por otro excelso guardameta de su misma nacionalidad, que ya había defendido la portería albaceteña en el estreno del equipo en Primera División en la temporada 1991/92. Luis Conejo recaló en la entidad manchega tras el Mundial de Italia de 1990, donde hizo un excelente campeonato. Tras aquello fichó por un Albacete que, de la mano del técnico Benito Floro, se proclamó campeón de la Segunda División y ascendió, por primera vez en su historia, a la máxima categoría del fútbol español. Y el estreno de Conejo en la elite no pudo ser mejor. El equipo se convirtió en la revelación de la temporada, alcanzando una magnífica séptima posición final que le dejó a las puertas de Europa y que hizo que el Albacete de Benito Floro fuera conocido popularmente en toda España como el queso mecánico.

Así que Keylor Navas cuando aterrizó en Albacete sabía que no podía dejar mal el pabellón costarricense en aquella ciudad. Y, desde el primer día, su entrega fue absoluta. El entrenador de porteros del equipo manchego, Carlos Cano, se sorprendió de la gran ambición de aquel futbolista… Cuando llegó lo primero que me dijo fue que él iba a trabajar para llegar a ser un portero de primer nivel. Que él no venía a pasar el tiempo… Y eso lo decía militando en un club que estuvo luchando toda esa temporada para no bajar a Segunda División B. Algo que, desgraciadamente, terminó sucediendo. Pero su excelente campaña individual no pasó desapercibida para el Levante U.D. que, tras haber vuelto a la Primera División en la temporada 2010/11, obtuvo su cesión para que se convirtiera en el suplente de garantías del portero uruguayo Gustavo Munúa. El Albacete, en principio, solo le cedió porque quería recuperarle si el equipo regresaba a la División de Plata pero como eso no ocurrió el club de Orriols terminó fichándole al final de la temporada 2011/12, la primera de las tres campañas en las que el tico defendió los colores granotes.

Y en su primer año como levantinista Keylor Navas tuvo la suerte de vivir el mejor de los 113 años de vida del club decano de Valencia. El Levante consiguió su mejor clasificación en Primera División, alcanzando la sexta posición final que le permitió jugar la temporada siguiente la competición de la Europa League. Y solo tres puntos le separaron de la cuarta plaza que le hubiera posibilitado jugar la Champions League, algo a lo que optó hasta la última jornada. Para la historia quedaría también el liderato en solitario conseguido en la novena jornada tras vencer 0 a 3 en Villarreal y que se mantuvo un partido más después de derrotar a la Real Sociedad por 3 a 2 en el Ciutat de València. En aquella mítica campaña Keylor solo disputó un partido, el último, el que supuso jugar en Europa tras vencer al Athletic por 3 a 0. Aquel día no le pesó la responsabilidad del estreno en la elite ni tampoco lo mucho que se jugaba el conjunto granota. Su rendimiento fue inmaculado con dos grandes intervenciones (una a Ibai Gómez en la primera parte y otra a Fernando Llorente tras el descanso).

La segunda campaña como levantinista de Keylor (la 2012/13) comenzó como terminó la primera, siendo el suplente de Gustavo Munúa en el campeonato liguero. Pese a ello su protagonismo aquella temporada no fue para nada secundario. El entrenador granota Juan Ignacio Martínez le concedió la titularidad en la gran aventura europea que aguardaba al Levante aquel año. Y Navas volvió a estar en el once inicial de otro partido mítico del club de Orriols: El 23 de agosto de 2012 el costarricense formó parte del equipo que logró el primer triunfo granota en esta competición continental. El Levante se impuso 0 a 2 (con goles de Juanlu y El Zhar) al Motherwell escocés en el partido de ida del play off para entrar en la fase de grupos y Keylor Navas defendió la portería azulgrana en esa fecha inolvidable. Y en la vuelta se consumó la clasificación tras vencer de nuevo el Levante, esta vez por 1 a 0 (con tanto del delantero griego Gekas). En ambos partidos el tico cumplió a la perfección su trabajo, manteniendo la portería a cero.

El Hannover 96 alemán, el Helsingborg sueco y el Twente holandés fueron los tres equipos que acompañaron al Levante en aquella fase de grupos. Pese al prestigio de sus oponentes el Levante realizó una magnífica liguilla y logró una brillante segunda posición (a tan solo un punto del Hannover 96), con lo que pudo acceder a las decisivas rondas finales.

En dieciseisavos de final tocó en suerte el Olympiacos, el mejor club griego de todos los tiempos. Pero el equipo granota estaba de dulce y sin demasiado esfuerzo logró eliminarlo, ganando 3 a 0 en el partido de ida en Valencia y volviéndose a imponer en la vuelta por 0 a 1. Llegó así la eliminatoria de octavos, donde el Levante se tuvo que enfrentar al Rubin Kazán ruso (que había eliminado al Atlético de Madrid en la ronda anterior), de nuevo con la desventaja de tener que jugar el segundo encuentro en el feudo rival. Y esta vez la suerte no sonrió. Tras la igualada sin tantos en el partido del Ciutat de València el equipo eslavo se impuso en Moscú (las condiciones climáticas impidieron que se jugara en Kazán) por 2 a 0 tras una dramática prórroga.

Pero el club de Orriols sobrepasó todas las expectativas y su actuación en aquella Europa League rozó el sobresaliente. El rendimiento de Keylor Navas fue magnífico. Demostró que estaba perfectamente capacitado para defender la portería granota. En los doce partidos que disputó el Levante en el torneo ganó siete, empató tres y tan solo sufrió dos derrotas. El costarricense encajó 7 goles, con un excelente promedio de 0,58 por partido.

Y al final de esa temporada 2012/13 Keylor también se hizo con la titularidad en la competición liguera, jugando los siete últimos partidos en Primera División. Tras la controvertida derrota en casa por 0 a 4 frente al Deportivo de La Coruña, el portero Munúa (que ya tenía una oferta en firme del Fiorentina italiano para la siguiente campaña) acabó en el banquillo, cediendo el protagonismo al centroamericano.

El guardameta costarricense inició así la temporada 2013/14, su tercera y última como granota, la de su consagración. Titular indiscutible para Joaquín Caparrós (el nuevo técnico levantino) solo se perdió un partido en toda la competición liguera tras una sanción por una expulsión. Sus actuaciones fueron decisivas para la cómoda clasificación final. El club terminó décimo, a tan solo un punto del Valencia, el eterno rival capitalino. Y en la Copa del Rey también se alcanzaron unos excelentes cuartos de final, aunque en el torneo del K.O. el tico intercambió su puesto algunos encuentros con el portero suplente Javi Jiménez.

Pero esa campaña comenzó para él de la peor manera posible. El Levante fue goleado 7 a 0 por el Barça en la primera jornada. Aun así, esa severísima derrota fue un espejismo. En el resto de la competición Keylor encajó 32 goles más, con un promedio de 0,88 tantos por encuentro. Y el Levante acabó siendo el quinto equipo con menos goles en contra, solo superado por los cuatro grandes que se clasificaron para la Champions League (Atlético Madrid como campeón, Barça, Real Madrid y Athletic).

Keylor Navas mantuvo un rendimiento excelso durante todo aquel año y sus actuaciones fueron encumbrándolo, poco a poco, como el mejor guardameta de la Liga de las Estrellas. Sus reflejos felinos, su visión del juego (previendo con antelación los remates atacantes), su colocación perfecta bajo los palos y su portentosa condición física le fueron convirtiendo en un portero muy difícil de batir.

De aquella temporada seguro que el costarricense no olvidará sus dos actuaciones en la capital hispalense. En la jornada 11 el Levante visitó al Betis y la afición del Benito Villamarín fue testigo de algo inaudito: Keylor detuvo a Jorge Molina dos penaltis consecutivos. Tras parar el primero el colegiado mandó repetirlo por considerar que el tico se había adelantado indebidamente. Y en su segundo intento el delantero alcoyano (que repitió por el mismo lado) volvió a toparse con la estirada felina de Navas, que desbarató aquella posible victoria bética, al terminar el partido con empate a cero. Esa aciaga campaña el club verdiblanco acabaría último y descendería a Segunda División.

Aunque si esa actuación ya fue sobresaliente la que pasó a los anales de la historia de la Liga fue, sin duda, la que tuvo en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán cuando Sevilla y Levante se enfrentaron en la segunda jornada de la Segunda Vuelta. El club de Orriols obtuvo un gran triunfo por 2 a 3, con goles de Barral (de penalti) y del griego Vyntra y del mozambiqueño Simao (tras rematar sendos saques de esquina magníficamente botados por el austríaco Ivanschitz). Pero si no hubiera sido por el estratosférico rendimiento de Keylor Navas lo más probable es que el Levante habría salido ampliamente goleado del recinto andaluz. Su actuación (especialmente entre los minutos 50 y el 70) fue deslumbrante, parando sucesivos unos contra uno, lanzamientos francos y remates a bocajarro de jugadores como Vitolo, Gameiro, Coke (actualmente granota), Reyes y Rakitic. El centrocampista croata, aunque marcó el segundo tanto local, erró un penalti que, pese a terminar en el poste, no hubiera entrado si el balón hubiera acabado entre los tres palos porque el tico se estiró hasta la madera por el mismo lado que fue el esférico. Solo si se ve el vídeo de aquel partido es posible apreciar la magnitud de esa memorable actuación y la desesperación de las caras de los sevillistas ante aquella pared que fue Keylor Navas.

Aquella temporada como granota catapultó al costarricense al primer plano del fútbol español. Aunque no se hizo con el trofeo Zamora al portero menos goleado su rendimiento fue escandaloso. Nada menos que en 16 encuentros de aquella Liga mantuvo su portería a cero con el Levante, marcando un hito en el club. Y sus repetidos buenos partidos acabaron otorgándole el primer puesto en el ranking de porteros con un total de 163 paradas y una excepcional efectividad del 80,1% en la relación entre remates y atajadas.

El que a la postre sería el último partido de Keylor Navas como granota fue el derbi que se disputó en el Ciutat de València la penúltima jornada de aquel campeonato liguero. Y aquella despedida no pudo tener un mejor colofón, ya que los azulgranas se impusieron al Valencia C.F. por 2 a 0, con goles de Ángel e Ivanschitz. Aquel día el costarricense volvió a ser un muro infranqueable y sus excelentes paradas, en la segunda parte, a remates de Pereira y Piatti, dejaron la meta granota impoluta. La merecida victoria del Levante dejó a la escuadra de Orriols por delante del club de Mestalla en la clasificación. Desgraciadamente la derrota granota en el último partido en Málaga (unido al triunfo del Valencia frente al Celta) impidió que, por primera vez en la historia, el equipo decano de la capital del Turia acabara por delante del club che a la conclusión del torneo.

Pero al concluir aquella temporada con el Levante aun le quedaba un compromiso importantísimo con su selección. Costa Rica estaba clasificada para el Mundial de 2014 que se iba a celebrar en Brasil y Keylor Navas lo afrontó con toda la ilusión del mundo. Era la cuarta participación del equipo centroamericano en el máximo torneo del fútbol internacional. En 1990 alcanzaron los octavos de final pero en 2002 y 2006 no pasaron de la fase de grupos. Y esta vez, capitaneados por un Keylor galáctico, fueron a por todas. En el Grupo de la Muerte (en el que cayeron junto a Inglaterra, Italia y Uruguay) nadie daba un duro por ellos y, sin embargo, finalizaron campeones e invictos, eliminando a italianos e ingleses. En octavos se impusieron a Grecia tras empatar a uno en el partido y llegar a la tanda de penaltis. Tras una parada decisiva de Navas (curiosamente a lanzamiento del heleno Gekas, ex compañero suyo en el Levante) Costa Rica alcanzó por primera vez en su historia los cuartos de final de un Mundial. En ese último enfrentamiento con Holanda también se llegó a la prórroga y a los penaltis tras finalizar el encuentro sin goles pero, esta vez, la suerte sonrió a los europeos. Aunque los costarricenses se fueron de aquel Mundial sin perder ningún partido y con su portero Keylor Navas como el menos goleado del torneo, con dos tantos en cinco encuentros y un promedio de solo 0,40 en contra por partido.

Aquel Mundial fue su consagración definitiva y, aunque ese torneo (entre junio y julio de 2014) aun lo disputó como granota, estaba claro que Keylor Navas iba a fichar ese mismo verano por un grande del fútbol internacional. Y eso fue lo que pasó. El Real Madrid hizo efectiva la cláusula de rescisión de diez millones de euros que el tico tenía con el Levante U.D. y, a principios de agosto de 2014, el club de Chamartín anunció la incorporación del guardameta costarricense a la disciplina blanca.

Pero Keylor Navas aún tenía que darle al Levante U.D. un último momento de orgullo y satisfacción. En la Gala de los Premios LFP 2014, celebrada en Madrid el 27 de octubre de ese año, el cancerbero costarricense recibió el premio como Mejor Portero de la Liga BBVA 2013/2014, su última como granota. El galardón lo recibió tras superar en la votación final a los otros dos metas finalistas, el belga Thibaut Courtois (entonces en las filas del Atlético de Madrid) y el argentino Willy Caballero (que jugó aquel curso en el Málaga). Y lo primero que dijo al recibirlo fue lo siguiente: Para mí es un privilegio estar aquí, agradecer a todos mis compañeros del… Bueno… Ex compañeros del Levante que me ayudaron a recibir este premio… Yo creo que en los momentos difíciles me ayudaron y en los momentos que disfrutamos todos estuvieron ahí también.

Y en la temporada 2014/15 comenzó su andadura como madridista, donde estaría seis campañas defendiendo la meta blanca. Entre la segunda y la cuarta lograría la gesta de conseguir tres Champions League (o Copas de Europa) consecutivas. Lo hizo tras vencer en la final de 2016 al Atlético Madrid en la tanda de penaltis (tras concluir la final empate a uno), en la de 2017 a la Juventus por 4 a 1 y en la de 2018 al Liverpool por 3 a 1. Todas las disputó y en todas tuvo una actuación estelar.