Cuando Munúa, el cancerbero de Montevideo, llegó al Levante UD en la temporada 2010/11, los granotes terminaban de protagonizar la gesta del siglo, tras ascender a la máxima categoría. Algo que se hizo en una campaña en la que todo el mundo hubiera pensado que con no bajar a Segunda B habría sido suficiente. Pero, quizás, el plus emocional que supuso la celebración del centenario de la entidad levantina llevó en volandas a un equipo que, capitaneado por un inconmensurable Sergio Ballesteros, logró, sin duda, el ascenso a Primera más inesperado de su historia.
Gustavo Munúa durante su presentación como jugador del Levante UD en agosto de 2010. En la imagen flanqueado a la izquierda por el que fuera secretario técnico Manolo Salvador y a la derecha por el entonces presidente Quico Catalán
Es un momento lindo para que el Levante esté en Primera muchas temporadas y me gustaría ser partícipe de ese desafío. Vine con muchas ganas y mucha ilusión para aportar mi granito de arena en todo lo que sea posible. Preciosas las palabras que pronunció el uruguayo el día que, con 32 años, estampó su firma como nuevo jugador granota. Y toda una declaración de intenciones que, durante sus tres campañas en Orriols, hizo realidad. Y no sólo eso. Con él bajo los palos los azulgranas consiguieron su mejor clasificación de siempre en Primera División, al terminar en sexta posición en la 2011/12 y poder jugar, en la siguiente, una competición europea por primera vez en su historia.
Munúa aportaba una experiencia en la máxima categoría del fútbol español incuestionable. Pero no sólo por venir de jugar las siete temporadas previas en Primera (seis con el Deportivo de La Coruña y la última en Málaga) sino porque, desde muy niño, tuvo claro que había nacido para ser portero… Jugaba sin guantes hasta los 10 años. Los primeros me los regaló mi padre Juan José, costaban bastante dinero. Comencé en el fútbol a los ocho añitos en Nacional, vivía frente al estadio y es un sentimiento muy especial el que tengo hacia esa institución. Soy un hincha más, desde la distancia siempre les sigo… Sin embargo, pese a que el míster Luis García Plaza (que afrontaba su tercera campaña) le dio la titularidad, el inicio de aquella Liga no pudo empezar peor para el charrúa. El Levante perdió los tres primeros partidos para situarse farolillo rojo en solitario (mientras que, a su vez, los de Mestalla ganaron sus tres encuentros para situarse líderes, también en solitario, de la competición). La desazón se apoderó de la afición granota. El entrenador introdujo cambios drásticos y la portería fue uno de ellos. Manolo Reina relegó a Munúa a una suplencia que no abandonaría hasta la jornada 21, cuando el Levante se impuso al Getafe en el Ciutat de València por 2 a 0.
El 29 de enero de 2011 el Levante venció en Orriols al Getafe (con goles de Valdo y Caicedo) y aquello marcó un punto de inflexión. Munúa un segundo antes de blocar aquel día un balón protegido por Ballesteros. Además la campaña “La unión es la salvación” hizo piña entre jugadores y aficionados
Entonces el equipo hizo clic… Tras el triunfo frente a los madrileños en los dos siguientes partidos los granotes vencieron al Villarreal y al Almería y de estar últimos pasaron al decimoquinto lugar, dos puntos por encima del descenso. Y, además, en ese momento surgió en el club una campaña mediática excelente… La unión es la salvación… Aquel acertadísimo eslogan ensambló de manera espectacular a toda la plantilla con la afición y ese remar todos a una fue clave para lograr el objetivo. Pero aunque los de Orriols ya lo atisbaban aún quedaba mucho para certificarlo. De hecho la siguiente jornada supuso un frenazo a esas aspiraciones. El equipo visitó el Santiago Bernabéu y cayó 2 a 0.
Los triunfos por la mínima contra el Villarreal (con gol de Valdo) y frente al Almería (obra de Caicedo) sacaron al Levante del descenso. A la izquierda Munúa con Ballesteros en El Madrigal y a la derecha con el argentino Ulloa en la victoria contra los andaluces
El 19 de febrero de 2011 el Levante UD hizo un buen encuentro frente al Real Madrid pese a caer 2 a 0. Arriba Munúa deteniendo el balón tras una disputa entre Del Horno y Cristiano Ronaldo
Pero la derrota frente al Real Madrid fue sólo un previsible paréntesis y en los siguientes siete partidos los granotes enlazaron una racha espectacular, con su máxima estrella, el delantero ecuatoriano Caicedo, a pleno rendimiento. Se venció al Osasuna, Espanyol, Deportivo, Málaga y Hércules y se empató con la Real Sociedad y el Mallorca. Los azulgranas eran novenos y se habían convertido en la revelación de la segunda vuelta de aquella Liga. A falta de seis jornadas Europa quedaba a cuatro puntos y el descenso a nueve. Parecía que la permanencia estaba hecha. Pero no… El concepto sufrir hasta el final y Levante UD son sinónimos en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua… Porque los granotes ya no volvieron a ganar ningún partido y, de nuevo, la posibilidad del descenso apareció por el horizonte. Se llegó así a la penúltima jornada y el Levante necesitaba un punto para conseguir la permanencia matemática. El destino hizo que ese punto se pudiera conseguir en Mestalla contra el eterno rival, que también necesitaba otro para ser definitivamente tercero y clasificarse directamente para la Champions League. Y aquel encuentro a cara de perro empezó fatal para los de Orriols. A los 20 minutos Xisco Nadal fue expulsado y los granotes tuvieron que afrontar el resto de aquel partido vital con uno menos. Pero entonces emergió la figura de un mito llamado Sergio Ballesteros, que tuvo muy claro que ese día su Levante del alma se iba a quedar en Primera. Y así fue.
El 15 de mayo de 2011 el Levante UD (capitaneado por su dios Ballesteros) logró en Mestalla un empate a cero épico que certificó la permanencia en Primera División. A la izquierda Munúa con sus compañeros conjurándose al inicio del encuentro y a la derecha Sergio haciendo un gesto de celebración (al acabar el mismo) que ha quedado para siempre en el imaginario granota
Con la temporada 2011/12 llegó un nuevo míster a la entidad azulgrana. El alicantino Juan Ignacio Martínez se convirtió (en las dos siguientes campañas) en el entrenador que más lejos ha llevado al decano del fútbol valenciano en toda su historia. Y aquel primer curso la cosa no pudo empezar mejor. Tras encadenar dos empates y seis victorias consecutivas (la última frente al Villarreal por 0 a 3) el Levante UD alcanzó un hito jamás logrado antes: Liderar en solitario la Primera División del fútbol español. Algo que se alargó una jornada más tras vencer en el Ciutat de València a la Real Sociedad por 3 a 2. Y en todos aquellos acontecimientos históricos Gustavo Munúa fue el portero titular del club de Orriols.
El Levante UD encadenó una racha victoriosa espectacular al inicio de la 2011/12 que le llevó a liderar en solitario la Primera División. Arriba Munúa (junto al ex granota Sergio García) en la victoria por 3 a 1 frente al Espanyol en el Ciutat y abajo celebrando el triunfo por 0 a 1 contra el Betis (a la izquierda con los brazos al aire y a la derecha junto a sus compañeros Xavi Torres, Nano y Javi Venta)
El 26 de diciembre de 2011 el Levante UD se impuso a la Real Sociedad por 3 a 2 y continuó siendo, por segunda jornada consecutiva, el líder en solitario de la Primera División. Arriba el once, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Munúa, Nano, Ballesteros, Iborra, Juanfran, Koné, Javi Venta, Valdo, Farinós, Juanlu y Barkero. Abajo Munúa celebrando apoteósicamente con sus compañeros el gol que marcó Rubén Suárez en el tiempo de descuento y que permitió la victoria aquel día
Tras aquel inicio estratosférico el equipo continuó, durante toda la campaña, en la zona más noble de la tabla y a punto estuvo de concluir aquella Liga entre los cuatro primeros, lo que le hubiera permitido disputar al año siguiente la Champions League. De hecho el Levante terminó sexto (su mejor posición de siempre) a tan sólo tres puntos del cuarto lugar, que ocupó el Málaga. Y de esta manera se ganó el derecho a jugar en el viejo continente por primera vez en su historia, participando en la siguiente edición de la Europa League.
En el curso 2011/12 los dos partidos que disputó el Levante UD en la ciudad condal tuvieron resultados muy diferentes. La derrota contra el Barça (arriba el argentino Messi entre Munúa y Del Horno) se vio compensada el 25 de febrero de 2012 por la brillante victoria por 1 a 2 frente al Espanyol (debajo)
Una de las mejores actuaciones de Munúa (en la mejor campaña de la historia granota) fue el encuentro disputado en el estadio Sánchez Pizjuán el 21 de abril de 2012. El equipo logró empatar a uno frente al Sevilla gracias a un gol de Koné y a la espectacular parada que, en el minuto 87, hizo Munúa a un penalti lanzado por Negredo. Arriba al detenerlo y siendo felicitado efusivamente por su compañero Iborra
En el Levante UD coincidieron dos excepcionales guardametas americanos: Gustavo Munúa y Keylor Navas. Ambos jugaron tres temporadas en Orriols pero sólo coincidieron en un par, el uruguayo en sus dos últimas y el costarricense en sus dos primeras. En la imagen los dos en un entrenamiento en la Ciudad Deportiva de Buñol en el curso 2011/12
La campaña 2012/13 la afrontó el club de Orriols con muchísima ilusión. Iba a combinar su participación en la Primera División del fútbol español con una competición europea, algo inédito en su longeva existencia. Juan Ignacio Martínez seguía en su puesto de entrenador y tras la marcha al fútbol inglés del extraordinario delantero costamarfileño Koné (que estableció un récord aún vigente como máximo goleador granota en una temporada en Primera con 15 goles), el nigeriano Obafemi Martins pasó a ser el principal referente del ataque azulgrana.
Munúa y Ballesteros en la playa de La Patacona de València en la pretemporada 2012/13
El balance de aquel año fue notable. El equipo logró la permanencia sin dificultad para terminar en una cómoda undécima posición. Y en su debut en Europa rozó el sobresaliente. Tras una brillante fase de grupos y después de eliminar en dieciseisavos al Olympiacos griego, en los octavos de final de la Europa League se cayó en Moscú frente al Rubin Kazan, en un encuentro que llegó a la prórroga.
El 23 de septiembre de 2012 el Levante logró un gran triunfo frente a la Real Sociedad por 2 a 1. Tras adelantarse los donostiarras a los veinte minutos por medio de Zurutuza los granotes remontaron en la segunda parte con goles de Barkero y Martins. En la imagen Munúa sacando de puerta aquel día
Munúa y Dani Alves en la victoria que logró el Barça en el Ciutat el 25 de noviembre de 2012
Y la mayor alegría en la competición liguera para la afición azulgrana fue, sin duda, la disputa de los derbis contra el vecino. Por primera y única vez en todas las temporadas que los granotes han jugado en la elite el saldo de los dos encuentros dejó un balance positivo de una victoria y un empate frente al Valencia CF. Y Munúa estuvo sublime, especialmente en el primero. Porque el extraordinario gol que logró Martins (uno de los mejores, si no el mejor de la historia de los derbis) fue gracias a una asistencia suya. Su balón largo tras sacar desde el borde del área lo aprovechó el nigeriano tras controlarlo en carrera y lanzar un misil que entró como una exhalación en la portería de un atónito Guaita que, probablemente, ni lo vio pasar.
La 2012/13 fue la mejor temporada para el Levante UD en la historia de los derbis de la ciudad del Turia. Aquel año los granotes ganaron 1 a 0 en el Ciutat con un espectacular gol de Martins tras asistencia de Munúa (arriba) y empataron a dos en Mestalla tras un magnífico tanto de Barkero en las postrimerías del encuentro (debajo el uruguayo robándole un balón a Soldado)
En la última de sus tres temporadas defendiendo la meta del Levante UD el de Montevideo vivió con el resto del equipo la gran alegría que supuso para el club jugar la Europa League. Aunque, desafortunadamente para él, esa competición tuvo que verla desde el banquillo, puesto que el técnico Juan Ignacio Martínez le dio la titularidad al costarricense Keylor Navas durante todo el torneo.
La expedición granota en el vuelo que le llevó a Moscú para jugar el partido de vuelta de los octavos de final de la Europa League. De izquierda a derecha el presidente Quico Catalán, Juanfran, Michel, Nikos, Barkero, Pedro López, Keylor Navas, Ballesteros y Munúa. A la derecha Gustavo, con bufanda y manta, en el banquillo del gélido encuentro jugado contra el Rubin Kazan
El excelente cancerbero uruguayo Gustavo Munúa dejó huella en el Levante UD. A la izquierda en una preciosa imagen vintage obra de Daniel Reverter y en las otras dos en sendos encuentros defendiendo la portería granota en el Ciutat de València