Cuando el goleador africano Obafemi Martins aterrizó en el aeropuerto de Manises (Valencia) en septiembre de 2012 era consciente del doble reto que tenía por delante en el club granota. Por una parte venía a sustituir al delantero costamarfileño Arouna Koné, el mayor goleador levantinista en una temporada en Primera División (récord todavía vigente) y que había sido traspasado al Wigan inglés. Por otra, iba a participar con el club de Orriols en su debut en competiciones europeas. Pero aquella responsabilidad no le presionó demasiado. A punto de cumplir los 28 años ya disponía de una experiencia futbolística muy contrastada en las grandes ligas europeas.
El delantero Martins luciendo una bufanda granota nada más aterrizar en Valencia el 14 de septiembre de 2012. Obafemi, su nombre, significa en su idioma “el rey me ama”
Martins destacó muy joven en su país de origen y el nigeriano fue descubierto enseguida por el fútbol europeo para jugar en las mejores competiciones del viejo continente. Con solo 17 años fichó por el Inter de Milán y en las cuatro campañas que estuvo en el club italiano logró el Scudetto en la temporada 2005/06 (además de dos Copas de Italia y una Supercopa). De allí pasó a la Premiere League inglesa, donde, durante los tres cursos que militó en el Newcastle, conquistó la Copa Intertoto de la UEFA. Su siguiente destino fue la Bundesliga alemana para recalar una campaña en el Wolfsburg. Tras disputar con su país el Mundial de Sudáfrica fichó por el Rubin Kazan ruso (en julio de 2010) por dos temporadas pero, en enero de 2011, Martins volvería a la Premiere League (cedido por el club eslavo) para jugar en el Birmingham. En tierras anglosajonas conseguiría otro título, la Copa de la Liga (la Carling Cup) y su actuación en la final fue decisiva. Fue el autor del gol que, en el minuto 89 (había saltado al campo solo seis antes), rompió las tablas para vencer al Arsenal del holandés Van Persie y el español Cesc Fábregas por 2 a 1. El Birmingham consiguió así el segundo trofeo nacional de toda su historia, cuarenta y ocho años después de la otra Copa de la Liga que ganó en 1963.
Martins tras marcar el tanto decisivo (en el minuto 89) que le dio la victoria al Birmingham frente al Arsenal (por 2 a 1) en la final de la Carling Cup inglesa. El encuentro se disputó el 27 de febrero de 2011 en el estadio de Wembley. En la foto festejándolo con el delantero serbio Zigic
De vuelta a tierras rusas su situación futbolística y personal no mejoró y al final de la campaña 2011/12 quedó libre para buscarse nuevo equipo. Fue entonces cuando el Levante U.D. se interesó por sus servicios y llegó a un acuerdo, a coste cero, con el nigeriano. El fichaje se cerró por dos temporadas (más una opcional) y una cláusula de rescisión de tres millones de euros que, haciéndose efectiva, permitía al delantero marchar a cualquier equipo cuando quisiera.
El debut del futbolista de Lagos no llegó hasta la quinta jornada de la 2012/13. Pero su arranque fue extraordinario. Sus registros iniciales en Primera División superaron los de goleadores míticos como Caicedo o Koné. En sus cinco primeros encuentros ganó cuatro, anotó también cuatro tantos (uno a la Real Sociedad, otro al Valencia y dos al Granada) y se convirtió en el ídolo de la grada. Además, su espectacular costumbre de celebrar todos los goles que marcaba con una voltereta fue la guinda para meterse a la afición en el bolsillo. Y de todos ellos el más festejado (y recordado) fue, sin duda, el que Martins anotó para dar la victoria al Levante en el primer derbi de la temporada de la ciudad del Turia. El guardameta uruguayo Munúa sacó en largo de manera sorpresiva, el balón cayó en terreno valencianista y el nigeriano, tras una carrera fulgurante en la que dejó atrás a los defensas Joao Pereira y Tino Costa, controló el esférico y empalmó un zurdazo impresionante que se coló como un misil por la escuadra derecha de la portería defendida por Guaita. El éxtasis se adueñó del Ciutat de València.
Secuencia del tanto de Martins contra el Valencia. Supuso la victoria por 1 a 0 en el partido disputado la mañana del domingo 7 de octubre de 2012… ¡Para muchos el mejor gol de la historia de los derbis!
Quedaba claro que la gran cualidad futbolística de Obafemi Martins era, por encima de cualquier otra, su extraordinaria velocidad. Pese a su baja estatura (1,71 m.) su verticalidad de cara a la portería rival era espectacular. Ello se debía a su asombrosa condición atlética y a su enorme poderío físico. Sus 71 kilos de puro músculo le otorgaron siempre una explosividad digna de los mejores velocistas. Un dato que lo atestigua: El debut granota de Martins en el partido contra la Real Sociedad fue apoteósico. En el minuto 85 obtuvo el gol que deshizo las tablas para dar la victoria al conjunto de Orriols por 2 a 1. El tanto arrancó de un excelente pase en profundidad de Ballesteros, el eterno capitán. Pues bien, la carrera que hizo el nigeriano para controlar el balón y lograr el tanto la realizó a una velocidad estratosférica. Fue capaz de alcanzar los 34 km/h (cuando Usain Bolt batió el récord del mundo de los 100 metros lisos lo hizo con una velocidad media de 37,5 km/h).
Obafemi Martins, el día de su debut como granota, tras marcar el tanto que supuso el 2 a 1 definitivo contra la Real Sociedad. Con caras de resignación el capitán donostiarra Mikel González y el guardameta chileno Claudio Bravo. Debajo, en plena voltereta, celebrando su gol
Desafortunadamente, el excepcional inicio de temporada de Martins no tuvo continuidad a medida que avanzó la competición. Y aunque hasta el final de la Primera Vuelta aun anotó dos goles más (el primero contribuyó a la importante victoria por 0 a 2 contra el Deportivo en Riazor y el segundo abrió la goleada por 4 a 0 que el club azulgrana infringió al Mallorca en el Ciutat) su protagonismo fue apagándose poco a poco. Además, en los dos partidos que se jugaron en Orriols contra el Barça y el Real Madrid pasó bastante desapercibido y no pudo evitar (junto al resto de sus compañeros) la derrota en ambos encuentros.
Martins en los dos partidos en los que se enfrentó al Barça y al Real Madrid en el Ciutat de València. En ninguno pudo marcar y, además, de los dos salió derrotado. A la izquierda pugnando con el defensa culé Puyol y a la derecha disputando un balón con el zaguero madridista Pepe
Aquella temporada el Levante U.D. disputó, por primera vez en su historia, una competición europea. Y el club granota, que afrontó su primera incursión en la Europa League con todas las ganas del mundo, aprobó el examen con nota. Tras un Play-Off previo en el que eliminó a doble partido al Motherwell escocés (Juanlu pasaría a la historia como el autor del primer gol “europeo”), los azulgranas avanzaron a la fase de grupos, formando parte del L junto al Hannover 96 alemán, el Helsingborg sueco y el Twente holandés. Y aunque el nigeriano no pudo entrar en liza en esa primera fase al no poder ser inscrito a tiempo, sí que pudo jugar en las eliminatorias decisivas. Después de su brillante clasificación, quedando segundo a solo un punto del Hannover 96 germano, el Levante inició su ilusionante camino hacia la final europea.
En dieciseisavos le tocó un clásico del balompié europeo: El todopoderoso Olympiacos, el club con más títulos en la historia del fútbol griego. El partido de ida, disputado en el Ciutat de València, deparó un resultado magnífico. El Levante dejó prácticamente resuelto el pase a octavos con un espectacular triunfo por 3 a 0 el 14 de febrero de 2013 (no se pudo celebrar mejor la romántica festividad de san Valentín entre afición y equipo). Pedro Ríos y Barkero marcaron antes del descanso. Martins remató la victoria anotando el tercero a los diez minutos de la segunda parte en un mano a mano con el portero, tras un excelente pase del genial interior izquierda de Aretxabaleta. El de Lagos compensó así un penalti fallado en el primer período tras lanzar fuera el balón. La vuelta en El Pireo fue mucho más sencilla de lo previsto. A los 9 minutos de partido, tras un córner botado por el omnipresente Barkero, Obafemi, libre de marca, remató de cabeza a placer. Con ese 0 a 1 se llegaría al final, lográndose así la clasificación para octavos. El Levante de Juan Ignacio Martínez JIM había pasado por encima del Olympiacos, entrenado entonces por el español Míchel que, precisamente, había debutado con esos dos partidos en el banquillo heleno tras ser despedido del Sevilla. Y el rendimiento de Martins fue inmejorable, anotando en los dos encuentros. Aunque ese gol en tierras griegas sería su último tanto como levantinista. Tras haber marcado dos semanas antes contra el Espanyol al inicio de la Segunda Vuelta liguera, su balance definitivo como goleador granota quedaría establecido para siempre en nueve tantos.
Martins cuajó una excelente actuación en la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Europa League, que enfrentó en febrero de 2013 al Levante contra el Olympiacos. En los dos partidos perforó la red rival. En la foto de arriba, a la izquierda, disputando un balón con Machado, futbolista portugués del equipo griego. A la derecha celebrando su gol con un efusivo Rubén García. En la de bajo festejando su tanto con su compañero Míchel en el encuentro de vuelta, tras marcar el 0 a 1 que resultaría definitivo
Tras sus grandes prestaciones iniciales en la Primera División española y después de la gran eliminatoria que hizo en los dieciseisavos de final de la Europa League, numerosos equipos de todo el mundo se fijaron en él. Además, su situación contractual hacía muy factible su fichaje. Y el Levante no podía hacer mucho para retenerlo. Abonando su baja cláusula de rescisión (el club trató de establecerla en diez millones de euros al ficharlo pero el nigeriano, al venir a coste cero, solo aceptó convertirse en granota si quedaba establecida en tres), Martins podía cambiar de aires en cualquier momento.
Y eso fue lo que ocurrió. Aquel triunfo en Grecia sería su última victoria como levantinista. Después solo jugaría tres partidos más. Un par en la Liga española y otro en la Europa League. El último de la competición doméstica fue el derbi de la Segunda Vuelta en Mestalla. Ese encuentro terminó con empate a dos, tras el inolvidable tanto de Barkero (en las postrimerías del mismo) que permitió las tablas definitivas. Obafemi siempre podrá presumir de que a él nunca le ganó el Valencia. Y el 7 de marzo de 2013 se despidió para siempre de la afición granota. Fue en el partido de ida de los octavos de final de la Europa League que, casualidades de la vida, enfrentó en Orriols al Levante con el Rubin Kazan, el club del que procedía cuando recaló en el decano del fútbol valenciano. Pero su adiós deportivo no lo pudo redondear con victoria. A pesar del claro dominio azulgrana durante todo el enfrentamiento (a los tres minutos Ballesteros ya había estrellado un balón en el larguero) fue imposible batir al conjunto ruso. Y aunque Martins también tuvo la suya, con un lanzamiento desde fuera del área, no se pudo pasar del empate a cero inicial. La vuelta disputada en Rusia, ya sin el nigeriano, se saldó con una dolorosa derrota por 2 a 0 que llegó en la prórroga. Y así concluyó, con un balance más que notable, la primera experiencia del Levante U.D. en competiciones europeas.
Los dos últimos partidos de Obafemi Martins como granota. El penúltimo fue la vuelta del derbi en Mestalla donde se consiguió, en el último momento, un brillante empate a dos gracias a un golazo de Barkero. En la foto de arriba Martins y el guipuzcoano celebrando el tanto definitivo. Y el último fue la ida de los octavos de final de la Europa League, en el partido que enfrentó en el Ciutat de València al Levante con el Rubin Kazan. El encuentro también acabó empatado, esta vez a cero. En la foto de bajo disputando un balón con Orbaiz, uno de los tres españoles (junto a César Navas e Iván Marcano) que, por aquel entonces, jugaban en el club ruso
El 11 de marzo de 2013 Martins depositó en la sede de la Liga de Fútbol Profesional la cantidad de tres milones de euros correspondiente a la cláusula de rescisión de su contrato con el Levante, poniendo fin a su relación con la entidad azulgrana. A continuación anunció su fichaje por el Seattle Sounders F.C. de la Major League Soccer, la principal competición profesional del fútbol estadounidense. La oferta, que cuadruplicaba su sueldo granota, resultó irrechazable para el africano. Aunque ello dejara al Levante en una situación bastante delicada tras quedarse sin su delantero titular a falta de doce partidos para que concluyera la temporada (el italiano Acquafresca y el entonces canterano Roger tuvieron que asumir aquella responsabilidad). Pese a todo, antes de su marcha al continente americano, Martins tuvo unas preciosas palabras para la afición y el club de Orriols: Esto es muy duro para mí pero de verdad quiero a los aficionados del Levante. Los seguidores del Levante son los mejores. Siempre amaré el tiempo que estuve aquí. Quiero agradecer al Levante la gran oportunidad que me ha dado y jugar en una de las mejores Ligas del mundo.
Obafemi Martins vistió la camiseta azulgrana (con el dorsal 24) durante casi seis meses (desde su debut contra la Real Sociedad el 23 de septiembre de 2012 hasta su despedida contra el Rubin Kazan el 7 de marzo de 2013). En los 27 encuentros que disputó (21 en Liga, 3 en Copa del Rey y 3 en Europa League) logró 9 tantos, con un promedio de 0,33 goles por partido