El 1 de octubre de 1973 Manuel Grau Torralba, en calidad de presidente del Levante U.D., recibió un documento procedente de la Confederación Sudaméricana de Fútbol confirmando la convocatoria de Carlos Caszely para el duelo que enfrentaría a los combinados de América y Europa en Barcelona. El choque, pautado para la jornada del 31 de octubre, en el Estadio del F.C. Barcelona, quedaba contextualizado en el Día del Fútbol que organizaba la FIFA.
El escrito reclamaba la presencia de un futbolista con ascendente en el ecosistema del balompié internacional. Caszely recibiría el pasaje para desplazarse hasta la Ciudad Condal y percibiría 500 dolares como honorarios. Teofilo Salinas, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, rubricaba una petición que fue correspondida por el Levante.
El 4 de octubre el principal organismo rector del balompié sudamericano recibió una respuesta afirmativa por parte de la entidad azulgrana. “Tenemos el honor de autorizar a nuestro jugador D. Carlos Humberto Caszely para que tome parte en el partido que tendrá lugar, en el Estadio del F.C. Barcelona, entre las selecciones de América y Europa”.
La nota advertía que se desplazarían acompañando al atacante el presidente del club, así como el secretario y el entrenador.
Carlos Caszely aterrizó en Barcelona en la misma jornada del partido. No se ejercitó junto a sus compañeros en la tarde anterior en el Nou Camp. El jugador marchó al hotel de concentración y fue capital para rasgar, desde el punto de penalti, la igualada que sancionó el final de los noventa minutos reglamentarios. Caszely anotó la pena máxima definitiva.