Diez imágenes, diez momentos que forman parte de la memoria colectiva del levantinismo. En el centenario del campo de Vallejo diez imágenes icónicas que cualquier aficionado del Levante debería conocer.
Diez escenas que cualquier aficionado del Levante debería reconocer porque, juntas, cuentan la vida completa de Vallejo: su nacimiento, su esplendor, sus grandes tardes y su inevitable despedida. Son fotografías que no solo muestran un estadio, sino un paisaje emocional que acompañó a varias generaciones de granotas.
Entre estas estampas aparece el plano original de cómo iba a ser Vallejo, una mirada al proyecto que dio forma al estadio y que anticipó lo que acabaría convirtiéndose en un hogar para miles de levantinistas.
También asoman los accesos míticos, las gradas llenas, los partidos decisivos y esos rincones que hicieron de Vallejo un lugar diferente, casi íntimo, siempre cercano a su gente. Cada imagen es una puerta a un recuerdo, un instante detenido que sigue hablando de identidad, orgullo y pertenencia.
Estas diez fotos no pretenden abarcarlo todo, pero sí recordarnos lo esencial: que Vallejo no fue solo un campo, sino un símbolo. Y que, mientras estas imágenes sigan siendo reconocibles para cualquier granota, la historia continuará presente. En el centenario del campo de Vallejo diez imágenes icónicas que cualquier aficionado del Levante debería conocer.

PLANO ORIGINAL DE VALLEJO
Este plano forma parte del catálogo del Archivo Municipal de Valencia en el Palacio Cervelló. El documento define las trazas originarias de Vallejo. Un estadio sencillo, funcional, nacido del esfuerzo popular y de la necesidad de un hogar para el Gimnástico.
El nacimiento de Vallejo en noviembre de 1925. El viejo campo de flores transformado en estadio gracias al celo y al trabajo de los mandatarios del Gimnástico. El inicio de una era para la sociedad gimnastiquista y el primer latido de un escenario mítico para el futuro UD.

PORTAL DE VALLEJO
Icono absoluto de generaciones. Esta puerta vio llegar a miles de granotes durante más de cuatro décadas. Punto de encuentro, frontera emocional y símbolo físico del Estadio de Vallejo. Franquear el Portal de Vallejo significaba adentrarse en un mundo de emociones.

TIEMPOS DE FUSIÓN
La nueva identidad del club después de la Guerra Civil tomó forma sobre el césped de Vallejo.
Gimnástico y Levante funden sus caminos.
La imagen simboliza el comienzo del camino que desembocaría en el Levante UD moderno.

ANTONIO ROMÁN, LA COMPRA DE VALLEJO
La batalla institucional más dura: el embargo y la amenaza de perder Vallejo.
Antonio Román lideró la compra del estadio, salvando al club de la desaparición. Un episodio imprescindible en su memoria patrimonial.

VALLEJO Y LA RIADA DEL 57
Los efectos de la riada de octubre del 57 sobre el Campo de Vallejo. Los daños fueron cuantiosos.

EL ASCENSO DEL 63
El mayor logro deportivo vivido en Vallejo. La promoción que llevó al Levante a la élite por primera vez. El estadio se convirtió en un calderón que empujó al equipo hacia la gloria.

IMAGEN AÉREA DE VALLEJO
Vallejo incrustado en el barrio, rodeado de casas, con la Estación de Ferrocarriles y las Torres de Serranos despuntando.
A través de La antigua Estación de Pont de Fusta y la mayestática puerta de acceso a la ciudad convergían dos mundos en dirección a Vallejo. Una estampa que define cómo el club y la ciudad crecieron juntos durante décadas.

UN VALLEJO HASTA LOS TOPES
Vallejo podía parecer estrecho, incómodo, pequeño… pero fue un campo vibrante. Este tipo de imágenes muestran el corazón del estadio: su gente.
Donde no cabía un alfiler pero sí cabía todo un sentimiento. Y tenía un verde que el fútbol español acentuaba.

VALLEJO Y LA CÚPULA DEL TEMPLO CARMELITA
Una de las imágenes más reconocibles del Levante en Vallejo: jugadores y técnicos, césped y la cúpula del templo carmelita asomando. Una postal histórica.

EL ADIÓS DE VALLEJO
La tarde del sábado 8 de agosto de 1969 el levantinismo tenía una cita repleta de simbolismo en el interior del Estadio de Vallejo. Era el último acto de servicio del coliseo de la calle de Alboraya. Vallejo merecía un final repleto de emotividad después de más de cuarenta años de aventuras y desventuras en estrecha alianza con el Real Gimnástico F.C. y, con posterioridad, con el Levante U.D.