25 de febrero de 1940.

Viajamos al pasado.

Vallejo homenajea a sus héroes.

Aquella jornada el feudo udelagista honró a sus jugadores mientras se aposentaban sobre la hierba del coliseo de la calle Alboraya.

Aquel gélido domingo, con los efectos de la Guerra desgarrando la piel del país, la Unión Deportiva Levante-Gimnástico y Mallorca medían sus fuerzas.

Fue un partido desprovisto de heráldica. La competición en el Grupo III de Segunda División cercaba su ocaso. Las cartas estaban dispuestas sobre la mesa.

En realidad, todo estaba decidido.

El partido destilaba un aroma inequívoco a despedida. La UDLG cerraría la Liga una semana más tarde en Granollers. La UDLG y el campeonato olvidado de Segunda División del curso 1939-1940.

Campeón del Grupo III de Segunda

La escuadra surgida de la sincrética fusión entre Levante FC y Gimnástico FC —agosto de 1939— afrontó la cita con la condición de líder inalcanzable.

Nadie podía seguir su estela, desde un prisma deportivo.

Y nadie podía distanciarle de la cima.

El UDLG alcanzó el ático de la tabla en el retorno de los campeonatos nacionales tras el período bélico.

La conquista de este torneo permitió a la masa social de la UDLG soñar con la incorporación a las filas de la Primera División. No obstante, el tránsito en dirección hacia la categoría más colosal del balompié no era directo.

A la elite se accedía a través de una alambicada promoción que reuniría a los cinco campeones de los cinco grupos que componían la Segunda.

Vallejo fue testigo de aquel acontecimiento.

La UDLG y el campeonato olvidado de Segunda División del curso 1939-1940.

Nadie quiso perderse aquel choque. Ni aquel momento estelar. Y las palmas batientes de los seguidores locales honraban el homérico esfuerzo del grupo.

Desde una óptica estadística e histórica, fue el primer campeonato de Segunda División que conquistó el club.

Hay un matiz que habría que reseñar.

La UDLG fue campeón de uno de los cinco grupos de la división de Plata y no de una categoría unificada.

Hoy, ochenta y cinco años después, esa gesta parece difuminarse y hasta alejarse de la memoria colectiva. Pero fue real. Y valiosa. Y una historia con potencial granota.

El Levante campeón de Segunda del ejercicio 2024-2025

Volvemos al presente.

El Levante UD se ha proclamado campeón del ejercicio 2024-2025 de LaLiga Hypermotion.

Coronamos, de nuevo, el piso más lujoso de la clasificación tras vencer al Eibar en el partido de despedida del Ciutat.

Reeditamos una condición que ya alcanzamos en las temporadas 2016-2017 y 2003-2004.

Es, por tanto, el tercer entorchado como campeones de Segunda División al menos desde el nacimiento del siglo XXI.

Todo parece conjugar con la historia.

Todo correcto.

Tres campeonatos oficiales barnizan el currículum del Levante como miembro de la categoría de Plata.

Un logro rotundo que reafirma a la institución como uno de los clubes históricos del fútbol español.

Pero, ¿y si nos detenemos un instante? ¿Y si rascamos bajo la superficie del relato habitual?

Ese ejercicio descubre que fuimos campeones en más ocasiones, aunque el discurso institucional o mediático no siempre lo haya reconocido así.

Un ascenso sin liderato a Primera

¿Cómo fue el ascenso de la temporada 1962-1963?

Por entonces la Segunda División se organizaba en dos grupos y el Levante nunca alcanzó el liderato durante la fase regular. Sin embargo, en la última jornada, las cábalas eran claras: una victoria ante el Murcia suponía el ascenso directo. Las semanas finales fueron una lucha sin tregua entre ambos equipos, aunque el conjunto pimentonero mantuvo la condición de líder. El empate en La Condomina otorgó al Murcia el ascenso directo desterrando el peaje de la promoción.

El Levante tuvo que esclarecer los misterios de una eliminatoria apocalíptica ante el Deportivo de La Coruña.

La fortuna no fue esquiva y el Levante saboreó su primer ascenso a la élite del fútbol nacional. Fue un ascenso sin corona, pero con gloria. Con el peso de la épica, de quien se abre camino sin el privilegio del título.

¿Y los ascensos de las campañas 2005-2006 y 2009-2010?

Hay un común denominador con la tercera posición como nexo vertebrador de aquellas historias de pasión y éxtasis.

Por entonces, los tres primeros clasificados ascendían directamente a Primera División. Quizás fueron ascensos menos sonoros en lo clasificatorio, pero igualmente celebrados por su significado, su impacto y por lo que representaron para el alma granota.

¿Tres campeonatos de Segunda o cuatro?

 

 

¿Tres campeonatos de Segunda o cuatro?

La historia, cuando se cuenta entera, regresa al mismo punto de partida: el Levante ha sido campeón más veces de lo que la memoria oficial recoge.

El título del Grupo III en la temporada 1939-40 no aparece en las vitrinas, ni se menciona con frecuencia en los balances oficiales. Esa realidad no obvia que fue un campeonato conquistado sobre el césped, bajo una estructura federativa definida.

Se trata de recuperar el linaje de una plantilla que escribió una página relevante en la reconstrucción del fútbol tras la guerra.

Aquel equipo, bajo la bandera de la Unión Deportiva Levante-Gimnástico, fue líder indiscutible de su grupo y accedió con todos los honores a una liguilla de ascenso.

En la promoción compartió cartel con clubes del calado del Deportivo de La Coruña, la Real Sociedad, Murcia y Cádiz. Fueron los campeones de los Grupos I, II, IV y V.

No fue un título menor.

Fue una victoria deportiva legítima y con peso competitivo.

Quizás el paso del tiempo eclipsara aquel momento. Pero la historia contextualiza aquella competición. Tan solo hay que acercarse a ella a través de las fuentes históricas.

Y el Levante fue, también entonces, campeón con orgullo y dignidad.

La UDLG y el Campeonato olvidado de Segunda División del curso 1939-1940