Siempre que le preguntan al futbolista de Lyon qué momento recuerda con más cariño de su pasado granota su respuesta es automática… 9 de junio de 2007… Penúltima jornada del campeonato de Primera División… En el Ciutat de València se enfrentaban granotes y ches en el derbi capitalino… El Levante UD debía vencer si quería sellar matemáticamente la permanencia… ¡Y vaya si la selló! Aquel día el equipo de Orriols le infringió la derrota más dura de siempre al club de Mestalla, 4 a 2… Y en ese partido Laurent Courtois firmó una de sus mejores actuaciones como azulgrana marcando un tanto excelente y estando a punto de lograr un doblete, tras un magnífico disparo desde fuera del área que pasó rozando el palo y que habría supuesto el 5 a 1 para el Levante. Finalmente el tanto de Baraja maquilló un encuentro que podría haber concluido perfectamente con una manita granota (ya que Riga también desaprovechó una ocasión clarísima con el meta Butelle).
Courtois nada más marcar su gol en el 4 a 2 frente al Valencia CF
Courtois siempre fue un hombre de club, sin una gran calidad técnica pero con una ética de trabajo que le hizo sumar en cualquier equipo del que formó parte. Así se comportó durante las tres campañas en las que militó en la entidad granota. Y pese a que su vehemencia le supuso varias amonestaciones arbitrales, su entrega caló en la afición de Orriols, que le mostró su aprecio permanentemente. La banda izquierda fue su hábitat natural y aunque se sintió más cómodo como centrocampista, también ejerció de lateral o en posiciones más adelantadas, pero siempre subiendo o bajando por el flanco zurdo. Su consagración profesional le llegó en el Toulouse francés y tras despuntar en la Ligue 1 fichó por el West Ham, de la Premiere League inglesa. Desgraciadamente sufrió varias lesiones que sólo le permitieron disputar siete encuentros. Tras una temporada aciaga regresó a su país. Con el Istres, de nuevo en la máxima competición gala, reencontró su juego y, tras dos magníficas campañas (en las que anotó nueve tantos), fichó por el Levante UD a la edad de 27 años.
La camiseta de Courtois en su primer curso como granota
Laurent aterrizó en la temporada 2005/06 en el decano del fútbol valenciano. Y llegó en unas circunstancias nada halagüeñas. El equipo acababa de descender a Segunda División tras una calamitosa segunda vuelta en la elite del fútbol hispano. Y aquel inesperado desenlace se quiso revertir de inmediato. Los granotes se marcaron un único objetivo: Regresar como fuera a Primera División. Y junto al francés llegaron otros dos importantes refuerzos: Su compatriota (y también senegalés) N’Diaye en el centro del campo y el delantero ghanés (y de los Países Bajos) Riga. Y el inicio del torneo no pudo ser mejor para los levantinos y para Courtois. En los dos primeros encuentros los de Orriols se impusieron 2 a 0 al Polideportivo Ejido (con gol del francés) y 1 a 2 al Racing de Ferrol, donde volvió a marcar Laurent aunque acabaría siendo expulsado. Pero a partir de ahí llegó la crisis. En las siguientes ocho jornadas los levantinos sólo sumaron dos triunfos y se situaron undécimos. Esto provocó el cese del técnico José Luis Oltra y la llegada del vasco José Manuel Esnal Mané.
A la izquierda en la foto de plantilla (con Jesule, el delegado José Gómez, el técnico Mané, Courtois, Carmelo y Riga) y a la derecha en un entrenamiento en la Ciudad Deportiva de Buñol
La llegada del vizcaíno al banquillo modificó por completo el juego del equipo que, poco a poco, fue creyendo en un ascenso que comenzó a vislumbrarse en el horizonte. En los diecisiete primeros encuentros de Mané se venció en ocho ocasiones, hubo tablas en siete y sólo se perdió un par de veces. En la vigesimoséptima jornada el Levante era cuarto aunque con los mismos puntos que el Lorca, tercero, que abría los puestos que daban el pasaporte a la elite. Y de ahí hasta el final los granotes sólo cayeron tres veces más, aunque la derrota frente al Almería por 2 a 4 en el Ciutat fue especialmente dolorosa al vivirse ante la afición azulgrana.
El 2 de abril de 2006 el Levante UD sufrió un duro correctivo tras perder 2 a 4 contra el Almería. De izquierda a derecha y de arriba abajo Diego Camacho, Aizpurúa, Culebras, Javi Rodríguez, Harte, Ceballos, Sandro, Carmelo, Reggi, Alexis Suárez y Courtois
En los últimos seis encuentros de aquella primera campaña de Courtois como granota se pisó el acelerador de manera definitiva: Dos tablas y cuatro victorias sellaron el regreso del Levante UD a Primera División. En el penúltimo partido el equipo logró un trascendental empate a cero frente al Lorca (rival directo) en Orriols que le permitió llegar a la decisiva última jornada en Lleida dependiendo de sí mismo. Aquel día no se falló y Courtois, que salió en el minuto 54 (cuando el equipo ya se había adelantado con el gol de Riga que acabaría dando el ascenso), también participó en ese partido inolvidable para la historia del levantinismo.
El 11 de junio de 2006 los granotes lograron un valiosísimo empate a cero contra el Lorca en el Ciutat. En la imagen el guardameta Cavallero despejando un disparo del equipo visitante ante las miradas expectantes de Jesule y Courtois
Tras aquel gran éxito Laurent Courtois hizo unas magníficas declaraciones en las que resumió lo que supuso para él, con dedicatorias a la afición granota y a sus seres queridos: El día que logramos el ascenso en Lleida me acordé de toda mi familia, que sabe lo que pasé durante la temporada. De mi mujer Naouel y de mi hijo Layan, de quince meses, que han vivido a mi lado y me han ayudado a no decaer. Se lo dedico a mi compañero N’Diaye, con quien ascendí también en el Toulouse. También me acordé de mi amigo Kanouté, del Sevilla, que hicimos una gran amistad en el West Ham. Por supuesto, este logro va para toda la afición que ha empujado para alcanzar el objetivo.
Dos preciosas imágenes de Courtois en su primer año como levantinista. Arriba en el Palco Vip del Ciutat tras lograr el ascenso y debajo comprando fruta en el Mercado Central de València
La temporada 2006/07, con el Levante UD en Primera División, trajo numerosos cambios, algunos de ellos algo sorprendentes. Como por ejemplo en el banquillo, donde no se le dio continuidad a Mané (pese a ser el artífice del ascenso de Lleida) y se apostó por Juan Ramón López Caro que, eso sí, venía de entrenar al todopoderoso Real Madrid la campaña anterior. Como nuevas incorporaciones llegaron grandes futbolistas en todas las líneas… El veterano portero Molina, el central brasileño Álvaro, el gran centrocampista italiano Tommasi o el delantero franco costamarfileño Kapo hicieron soñar a la afición granota.
Un once granota de la temporada 2006/07 en el Ciutat. De izquierda a derecha y de arriba abajo Molina, Berson, Kapo, Diego Camacho, Nino, Rubiales, Courtois, Ettien, Álvaro, Alexis Suárez y Ze María
Courtois ejercitándose en la Ciudad Deportiva de Buñol con sus compañeros Reggi y Kapo a sus espaldas
Pero la primera vuelta del torneo liguero fue muy decepcionante. El equipo no carburaba. En los dieciocho encuentros que estuvo López Caro en el banquillo sólo se venció en cuatro (en uno de esos triunfos, frente a la Real Sociedad por 2 a 0, Courtois marcó el primero de los dos goles que anotaría aquella temporada). La contundente derrota en el derbi de Mestalla por 3 a 0 provocó el cese del técnico andaluz. Abel Resino tomó el mando y los resultados llegaron de inmediato. En los siguientes cuatro partidos se empató en casa con el Athletic Club, se volvió a perder con el Sevilla y a continuación se logró el histórico triunfo frente al Real Madrid por 0 a 1 en el Santiago Bernabéu, rematando la racha con una nueva victoria en el Ciutat frente al Recreativo de Huelva. Los de Orriols habían salido del hoyo.
El 2 de diciembre de 2006 el Levante obtuvo un meritorio empate a uno frente al Barça en el Ciutat. Arriba Courtois disputando un balón con el brasileño Belletti y debajo con el francés Thuram
Las tablas a cero logradas frente al Athletic (el 21 de enero de 2007), en el primer match de la “Era Resino”, fueron claves para cambiar la dinámica. Laurent golpeando el balón aquel día
Tras la apoteósica permanencia lograda en la penúltima jornada (después de golear al Valencia CF 4 a 2 y donde Laurent Courtois realizó uno de sus mejores trabajos con la elástica azulgrana), el de Lyon afrontó en la 2007/08 su tercera y, a la postre, última campaña como levantinista. Aquella temporada en Primera División fue la más italianizada de la historia granota, ya que a Damiano Tommasi se le unieron los también trasalpinos Storari (guardameta), Cirillo (defensa) y Riganò (delantero)… Pero, sin ninguna duda, la mejor incorporación ese año fue la de un chaval de diecinueve años que llegó de la cantera y que se llamaba Vicente… De apellido Iborra… ¡Acababa de nacer una de las más grandes leyendas del levantinismo!
Courtois ejercitándose en Buñol (a la derecha de risas con Riga y un jovencísimo Vicente Iborra)
Aunque este segundo curso del galo con el Levante UD en Primera División no tuvo final feliz, ni para Laurent, que dejaría la entidad al final del torneo, ni para el equipo, que descendió a la categoría de plata. Abel Resino no supo dar con la tecla (tras su exitosa campaña anterior) y en la séptima jornada los granotes eran farolillo rojo destacado, sólo tenían un punto y la salvación quedaba ya a cinco. La entrada de otro italiano en el club, el técnico Di Biasi, tampoco recondujo la situación y el tercer entrenador con quien se contó ese año para los últimos seis encuentros, José Ángel Moreno, no pudo protagonizar el milagro de la salvación. Courtois dio por concluido así su paso por Orriols y, aunque el final no fue satisfactorio deportivamente, el balance de sus tres cursos como granota puede calificarse, sin duda, de positivo.
El empate a uno que logró el Levante contra el Espanyol en la jornada 35 no sirvió de nada. Había descendido matemáticamente la anterior tras perder 2 a 0 frente al Recreativo de Huelva
El Levante UD se despidió de la Primera División en la 2007/08 tras caer goleado por 5 a 2 en la última jornada frente al Real Madrid, que acabó siendo el campeón. Courtois en dos lances aquel día con Diarra (a la izquierda) y Robinho (a la derecha)