Reggi, el delantero del ascenso de 2004 como pichichi levantinista y goleador en Jerez

Hay fechas que cualquier granota tiene indeleble en su memoria. Todo levantinista sabe dónde estaba el día del ascenso de Jerez de 2004 a Primera División. Porque de los cinco que ha vivido en su historia (1963, 2004, 2006, 2010 y 2017) puede que el logrado en Andalucía sea el que más gozo ha dado nunca a la afición del equipo decano del fútbol valenciano. Es cierto que a poca distancia estará el primero, el de los felices sesenta, pero tras la travesía de casi cuarenta años (a lo largo de la cual se estuvo en un tris de la desaparición) el éxtasis que produjo el de 2004 fue indescriptible. De hecho, muchos levantinos que vivieron el del 63 pensaban que dejarían este mundo sin probar de nuevo el cáliz de la felicidad absoluta.

Y si hay algún futbolista de ese Levante UD que personificó el gol aquella temporada 2003/04 fue, sin duda, el delantero argentino de San Martín (Mendoza) Gustavo Enrique Reggi. Aquel curso fue el máximo anotador con doce dianas y el autor del gol del empate contra el Xerez Deportivo en el partido del ascenso que cerró Rivera con el 1 a 2 definitivo. Reggi había llegado al club de Orriols después de haberse convertido en la mejor referencia ofensiva de Las Palmas en Segunda División con once tantos. Pero tras saber que el técnico Manolo Preciado, que estaba montando un gran equipo para devolver al Levante a la elite, mostró interés por él, no dudó en unirse a la causa granota. Aunque ciertamente el sudamericano tardó en ver puerta aquella campaña. Y no fue hasta la jornada 18, en el partido que enfrentó al Levante con el Cádiz, cuando lo hizo por primera vez. También es verdad que no pudo hacerlo mejor, porque logró un auténtico golazo tras una chilena desde el borde del área de la portería del Gol Orriols del Ciutat de València.

Aquel triunfo final por 2 a 1 contra los gaditanos fue muy importante porque antes del partido el Levante era segundo (entre el líder Numancia y los andaluces) y a la conclusión del mismo los de Orriols se pusieron al frente de la tabla en solitario y los andaluces salieron de los puestos de ascenso. Y a partir de ahí, y durante toda la segunda vuelta, los azulgranas fueron alternando su clasificación en esas tres posiciones de privilegio.

En el último tramo del torneo los de Preciado apretaron definitivamente el acelerador, se pusieron líderes en la trigésima quinta jornada y ya no abandonaron ese estatus hasta el final. Aunque lo que se anhelaba por encima de todo (daba igual si como primero, segundo o tercero) era subir a Primera División, un manjar de los dioses que desde hacía casi cuarenta años no había vuelto a probar el levantinismo. Y por fin llegó el gran día. En la jornada cuarenta una victoria en Jerez devolvió al equipo decano del fútbol valenciano a la elite del balompié nacional.

Aunque las cosas no empezaron bien. Tras una tensa primera parte sin que se moviera el marcador la segunda empezó con un gol del Xerez Deportivo de penalti. Con muy mala suerte, porque la pena máxima lanzada por Canito la paró el portero granota Mora (que no pudo atajar el balón) y el rechace lo remató el mismo centrocampista a la red. Pero, afortunadamente, la reacción fue inmediata. Cinco minutos después Reggi empató con un golazo soberbio que iba a pasar, para siempre, al imaginario granota. Así describió el argentino aquel mítico gol… El balón viene de mitad de cancha… Justo a mí creo que me la entrega Rivera… Y hago dos toques… Justo cuando paro la pelota se levanta… Yo estoy de espaldas al arco… Entonces cuando se levanta giro y sin mirar la toco suave por arriba… Y tengo la suerte de que justo el arquero viene caminando, lo agarro caminando hacia delante y la pelota le pasa por arriba… Y… Y yo seguía corriendo y la pelota no bajaba nunca… Pero sí bajó, sí, besó la red y el Levante comenzó una remontada para la historia que culminaría Rivera al transformar un penalti en el minuto 71. El Levante UD había vuelto a Primera División treinta y nueve años después.

Tras cuatro décadas de ausencia, el retorno a la Primera División del Levante UD tuvo un inicio de temporada espectacular. Bajo la batuta del nuevo técnico Bernd Schuster los granotes se colocaron terceros (tras el Barça y el Real Madrid) en la décima jornada. Pero a partir de ahí el rendimiento del equipo fue bajando progresivamente hasta el fatal descenso a Segunda División al final del curso.

Esa campaña el argentino no contó de inicio con la confianza del técnico germano y no fue hasta la segunda vuelta del torneo cuando volvió al once con asiduidad. Y aunque desgraciadamente no pudo evitar con su juego el retorno a la división de plata Reggi fue protagonista de un hecho inaudito. En la decimosexta jornada el Levante se enfrentó al Albacete en el Ciutat de València. Tras adelantarse el club manchego los azulgranas empataron enseguida en la portería del Gol Alboraya. O eso creyeron. Porque el supuesto gol no fue concedido. Tras un centro por la izquierda de Jofre, el irlandés Harte remató de cabeza y el balón dio la sensación de atravesar la línea de gol pero el colegiado, pese a las enérgicas protestas de todos los jugadores, no lo concedió. Y de repente en el vídeo marcador apareció la frase El gol de Reggi ha sido gol… El encargado del mismo recibió una orden de instancias superiores para que escribiera aquello y la perplejidad y la indignación se apoderó de todos los espectadores presentes en el estadio. La gracia fue que, además, el argentino no fue quien marcó aquel gol fantasma. Pero sus inmediatas y enérgicas protestas al linier confundieron al responsable de aquella frase que ha pasado, para siempre, a la historia del surrealismo granota.

Pese a la sustitución de Schuster por José Luis Oltra en los últimos cuatro partidos de aquella Liga buscando un revulsivo, los granotes descendieron a Segunda y en el club se siguió confiando en el de Burjassot (València) para dirigir el regreso a la elite. Además se fichó al delantero ghanés (nacionalizado holandés) Mustapha Riga para liderar el ataque. Y la 2005/06 no pudo empezar mejor para el Levante UD y para Reggi. En el primer partido el argentino marcó en la victoria frente al Polideportivo Ejido y los dos siguientes encuentros también se contaron por victorias. Pero entonces el equipo entró en barrena y se acumularon tres empates, una sola victoria y tres derrotas. La última, en la jornada diez, una dolorosa goleada en Almería por 5 a 1, relegó al club a la undécima posición. El ascenso peligraba y se decidió sustituir a José Luis Oltra por el entrenador José Manuel Esnal Mané.

Con el técnico vasco se fue recomponiendo poco a poco la situación y el once granota fue escalando puestos en la tabla hasta volver a la zona de privilegio. Aunque la igualdad en la categoría se mantuvo durante todo el campeonato y no fue hasta la última jornada, al ganar en tierras ilerdenses, cuando el Levante UD se impuso en su pugna con el Ciudad de Murcia y pudo regresar a la elite como el tercer mejor clasificado del torneo liguero. Reggi vivió así su segundo ascenso a Primera División, un registro que pudo compartir con sus compañeros Alexis, Sandro, Ettien, Aizpurúa, Congo, Rubiales, Jesule y Descarga.

La cuarta y última temporada de Gustavo Reggi como granota comenzó de nuevo (igual que tras el ascenso de 2004) con un cambio de entrenador. Juan Ramón López Caro tomó los mandos del Levante en Primera División y llegaron importantes jugadores extranjeros para reforzar al once: Entre otros el delantero costamarfileño (nacionalizado francés) Kapo, el defensa brasileño Álvaro y, sobre todo, el gran centrocampista italiano Damiano Tommasi. Pero el equipo no carburaba y en la jornada 18, tras caer con contundencia en el derbi disputado en Mestalla, los granotes eran decimoséptimos a sólo un punto del descenso, que abría el Betis como decimoctavo. Así que López Caro fue cesado y su puesto ocupado por Abel Resino.

Los dos siguientes partidos jugados en el Ciutat no parecieron revertir la crisis, tras empatar sin goles con el Athletic y perder 2 a 4 con el Sevilla. Los de Orriols estaban en descenso y el siguiente encuentro era en el Estadio Santiago Bernabéu frente al Real Madrid… Y entonces apareció el mejor Levante, que venció por primera vez en su historia al conjunto de Chamartín (que le había ganado en los siete partidos anteriores en Primera División). En aquel mítico 0 a 1 Reggi salió en la segunda parte para sustituir a Salva Ballesta, que había marcando el tanto de penalti. Tras ese triunfo la dinámica del equipo cambió y, aunque hasta la penúltima jornada (tras la goleada al Valencia CF por 4 a 2) no se consiguió la permanencia matemática, el equipo ya no dio la sensación de ser un claro candidato al descenso.

En junio de 2023, dieciséis años después de jugar su última temporada con el Levante UD, Gustavo Enrique Reggi pisó de nuevo el césped de su queridísimo Ciutat de València. Recordó con mucho cariño sus cuatro campañas como azulgrana, en especial la primera, la del inolvidable ascenso de Jerez de 2004 con Manolo Preciado. También habló de la simpática anécdota de su gol al Albacete (que no marcó él) y destacó que sigue permanentemente al equipo a través de las redes sociales… Y acabó con una frase que sintetiza la grandeza de este mítico delantero argentino, por siempre granota: La afición es lo mejor que tiene el Levante.